- Los primeros indicios políticos están señalando que la alianza opositora PRI-PAN-PRD-Coparmex-Claudio X. González estarían haciendo agua en la disputa por la candidatura presidencial conjunta, sin que la larga lista de suspirantes opositores genere alguna tendencia que pudiera hacerle mella al poder político del presidente López Obrador y sus posibles precandidatos. El cálculo opositor es bastante ingenuo, pues no se trata solo de sumar votos en elecciones pasadas para construir en automático una nueva mayoría.
- El PAN tiene un problema muy serio en su aportación de precandidatos a la presidencia, porque el mejor posicionado es el excandidato presidencial del 2018 Ricardo Anaya Cortés, pero hoy con un amplio expediente judicial que le impide vivir en México y sin indicios de que se resuelva a su favor en el año y medio previo a la nominación de candidatos. En el PRI está conjugando la repetición de la crisis del 2006 cuando el presidente del partido Roberto Madrazo Pintado se agandalló la candidatura y deshizo la unidad interna.
- En el PRI, además, existe dos grupos de poder que estarían conjuntándose para definir la candidatura del partido, al margen de los compromisos opositores: el grupo de Peña Nieto y el grupo de Salinas de Gortari. Algunos indicios podrían estar reviviendo la intención panista: convertir de nuevo a José Antonio Meade Kuribreña como candidato del PRI como para convocar a la sociedad a resanar el error de 2018.