En un giro inesperado, Elon Musk revela que denegó un pedido ucraniano para activar su red de satélites Starlink con fines militares en Sevastopol.
Elon Musk, el magnate detrás de Tesla y SpaceX, comunicó su negativa ante una petición ucraniana para activar su red satelital Starlink en el puerto de Sevastopol, Crimea, el año pasado. Esta solicitud tenía como objetivo asistir en un ataque contra la flota rusa anclada en dicho puerto, pero Musk temía ser cómplice de un acto de guerra de gran magnitud.
El multimillonario reveló esta información en su plataforma social X, antes conocida como Twitter, después de que CNN citara un fragmento de su nueva biografía en la que se indica que apagó la red Starlink cerca de la costa de Crimea para obstaculizar el intento de ataque sorpresa ucraniano.
En su publicación, Musk señaló que el propósito obvio del ataque era hundir gran parte de la flota rusa. “Si hubiera accedido a su petición, SpaceX habría estado explícitamente involucrada en un importante acto de guerra”, escribió.
Desde la anexión de Crimea en 2014, Rusia ha establecido su Flota del Mar Negro en Sevastopol. Esta flota ha jugado un papel crucial, actuando como un bloqueo de facto de los puertos ucranianos desde la invasión a gran escala de 2022.
El libro de Walter Isaacson, que se publicará el próximo martes, afirma que la decisión de Musk estuvo influenciada por el temor de que Rusia pudiera responder con armas nucleares a un ataque ucraniano.
Desde el comienzo de la guerra en 2022, SpaceX ha estado brindando servicios de internet Starlink a Ucrania, tanto a civiles como a militares. El Pentágono confirmó en junio que Starlink tenía un contrato con el Departamento de Defensa para proporcionar servicios satelitales a Ucrania.
Un portavoz del Pentágono prefirió no comentar sobre la decisión de Musk, pero aseguró que continúan trabajando en estrecha colaboración con la industria para respaldar las necesidades defensivas de Ucrania.
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