De facto, la disputa por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México ya comenzó. Pero no al interior de los partidos políticos, sino entre quienes todo apunta que al final serán los candidatos para la elección Constitucional del 2 de junio próximo.
Si no ocurre algo extraordinario, de esos casos poco probables en los análisis de prospectiva política, el ex jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch será el candidato de la alianza Juntos Hacemos Historia, que agrupa a Morena, PT y PVEM. Y el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada representará al Frente Amplio por la Ciudad de México, que agrupa al PAN, PRI y PRD, y todavía hay pláticas para que en el caso específico de la capital se pudiera sumar Movimiento Ciudadano.
En esta primera semana de virtuales campañas de Taboada y Harfuch no ha habido ataques directos de uno al otro. En realidad, los dos virtuales candidatos a la Jefatura de Gobierno se concentraron en ronda de medios, radio y televisión principalmente, para replicar después en sus redes sociales, de donde otros medios de comunicación han tenido información para dar cuenta de lo que están haciendo.
Harfuch tiene la ventaja de una mayor libertad para hablar de manera más específica de sus aspiraciones, porque desde el 9 de septiembre ya no ostenta ningún cargo público. Ese día renunció a la titularidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues la Ley establece que para ser candidato no podía tener un mando policial, salvo que dejara el cargo antes del inicio del proceso electoral, que comenzó el 10 de septiembre.
Por eso el miércoles Harfuch pudo abiertamente decir que “va a participar en el proceso interno de Morena para la selección del Coordinador de Defensa de la Transformación en la Ciudad de México… para dar continuidad a la construcción de una ciudad en paz y segura…”
Este jueves Harfuch no tuvo eventos políticos. Se ocupó de dar entrevistas en diversos medios de comunicación, como TV Azteca, Televisa, y después subió extractos en sus redes sociales. Bastante disciplinado en seguir el guión: en esencia su mensaje fue que va a ayudar a Claudia Sheinbaum en su campaña y la mejor manera es “dar continuidad al proyecto que inició en la CDMX”.
Del otro lado de la cancha, Taboada ha hecho lo mismo, ronda de medios, en donde ha dicho abiertamente que quiere ser jefe de Gobierno y su mensaje ha tenido dos líneas muy claras. Una, en alusión a Harfuch es que la CDMX no necesita “superhéroes” para combatir la inseguridad, y la mejor prueba, comenta, son los buenos resultados en Benito Juárez. La otra: que con Morena en la capital –dice que son los mismos que vienen del PRD desde 1997–, hay un rezago social acumulado de un cuarto de siglo, que ha golpeado severamente a las clases medias.
Por ahora, Taboada tiene cierta desventaja para moverse, porque todavía sigue siendo alcalde, y de acuerdo con lo que acordaron los presidentes de los partidos del Frente Amplio, se apegarán a los tiempos que marcó el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) para el proceso de selección de su candidato. Es decir, entre el 5 de noviembre y el 4 de enero. Por ello es que Taboada prevé pedir licencia al cargo cuando muy pronto a finales de octubre.
Así, todo pinta que será una carrera parejera entre Harfuch y Taboada por la CDMX. Será reñida, porque el primero cuenta con el aparato de Estado a su favor, y al segundo le ayuda el hartazgo de la ciudadanía hacia Morena. Lo veremos.
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