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*El texto de Jorge Volpi se convierte en serie de televisión
El 9 de diciembre de 2005 México se despertó con un acontecimiento inusual para la televisión: en vivo, en el noticiero más importante del país, se transmitía en cadena nacional un operativo policiaco en el que se rescatan a tres personas secuestradas y detienen a dos, al líder de la banda que se conocería luego como del Zodiaco, Israel Vallarta, y a una mujer francesa, Florence Cassez, cómplice y pareja del delincuente.
El hecho, que se convertiría con el tiempo en el más vergonzoso y bizarro de los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, sirve al escritor Jorge Volpi, (México, 1968), para crear Una novela criminal (Premio Alfaguara, 2018); una suerte de “documental o novela sin ficción”, como el mismo lo califica, que recrea paso a paso una enrevesada historia que persigue a sus protagonistas hasta el día de hoy.
A través de una acuciosa investigación, donde la realidad encuentra en el periodismo, la novela y la crónica, una vuelta de turca que pone al descubierto cómo se fraguó el montaje, “especialmente creado para la televisión”, donde se desarticula a una de las más peligrosas bandas de secuestradores. La mentira que todos vieron en pantalla en los noticieros Primero Noticias y Hechos AM, de Televisa y TV Azteca, respectivamente, no tiene precedente en la historia de la televisión y la justicia del país.
Una novela criminal, cuenta cómo, a poco de saberse que el operativo fue un montaje fraguado por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) –encabezada por Genaro García Luna, preso en Estados Unidos, acusado de narcotráfico, y su brazo derecho, Luis Cárdenas Palomino, detenido en 2021, en ese momento director de investigación de la corporación –, el hecho se convirtió en un dique que lastimó las relaciones de México con Francia, y marcó para siempre a sus protagonistas.
Con lujo de detalle, Volpi hace un recuento minuto a minuto de la detención de Vallarta y Cassez en el rancho Las Chinitas y el rescate de una mujer y su hijo, junto con otra víctima. En realidad lo que contó Carlos Loret de Mola en su noticiero fue una gran mentira. A la francesa y a su “cómplice”, los detuvieron un día antes cuando circulaban en su auto. Y a las víctimas de secuestro no las rescataron en el lugar que decía la pantalla chica.
Lo más bizarro que pasaría después es que fue otro programa de televisión de la misma empresa de Loret de Mola donde se descubre todo el montaje. En un reportaje de la periodista Yuli García, para el programa Punto de Partida, que recién iniciaba con la conducción de Denise Maerker, se desvela que la mentira se hizo “a petición de las televisoras”. En la misma emisión, Maerker entrevista a García Luna quien acepta que se hizo “una recreación” pero los hechos sucedieron tal cual. A partir de ese momento se desencadenan una serie de sucesos que dejan muy mal parada a la justicia mexicana y pone en entredicho la credibilidad de las televisoras.
El texto de también autor de En busca de Klingsor, enfatiza el papel del periodista Carlos Loret de Mola, quien siempre ha negado que conocía de antemano que aquello era un montaje. De acuerdo a Una novela criminal, el conductor sabía y a pesar de eso continuó con la emisión. Incluso, quien fuera su asistente más cercana, Laura Barranco, le dice a través de un mensaje: “Carlos, es una francesa. ¡Aguas, te puedes meter en broncas diplomáticas! Y estas llegaron. Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkosy (2007-2012), y luego François Hollande (2012-2017), se tomaron muy en serio la defensa de Florence Cassez, lo que provocó un alejamiento entre los dos países. Ninguno de los protagonistas ha reconocido su responsabilidad en la escenificación policiaca, que provocó la liberación de Florence Cassez, sentenciada a 60 años de cárcel, en 2013, por vicios en su proceso.
Al final, como en muchas otras historias en México, pocos pagaron los platos rotos de este episodio. Uno de ellos fue Pablo Reinah, el reportero que cubrió el operativo y quien afirma que Loret sabía del montaje, a quien hicieron responsable y despidieron de la televisora de San Ángel.
Jorge Volpi, quien ahora coproduce la serie basada en su libro y que se estrena el 25 de agosto en Netflix, dice que al comenzar la novela sin ficción: “no sé, no puedo saber si Israel Vallarta y Florence Cassez son inocentes o culpables… Y no sé, no puedo saber, si participaron en los secuestros que se les achacan”.
@oscardavalos