La guerra siempre es una tragedia, y el deporte no es ajeno a ella. Así fue la vida de Pat Tillman, defensivo que militó cuatro temporadas en la NFL con los Arizona Cardinals, y que luego del atentado del 11 de septiembre, en 2001, cambió el casco de su equipo, por uno de ejército.
Tillman se enlistó en el ejército de Estados Unidos e hizo a un lado su prometedora carrera, siguiendo los pasos de su bisabuelo, quien combatió en Pearl Harbour contra los japoneses.

Pat y su hermano Kevin se enlistaron juntos y formaron parte del 75 Regimiento Ranger. Tomaron las armas y se dirigieron a Irak en febrero de 2003 después de poco más de un año de preparación desde que firmaron un compromiso de tres años con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
“La pérdida del cabo del Ejército Pat Tillman la semana pasada en Afganistán trajo a casa el dolor que conlleva toda pérdida y nos recuerda el carácter de los hombres y mujeres que sirven en nuestro nombre”, así fueron las declaraciones del entonces presidente George W Bush la noches del 1 de mayo de 2004.
“Todos los días, en algún lugar, hacen cosas valientes y buenas sin que se note. Su valor puede ser visto sólo por sus camaradas, por los que anhelan ser libres y por el enemigo. Están dispuestos a dar su vida, y cuando una se pierde, todo un mundo de esperanzas y posibilidades se pierde con ellos”, agregó.
Tras su muerte, su familia recibió los reconocimientos que se le entregaron de forma póstuma al soldado. Tillman fue condecorado con la “Estrella de Plata” y el “Corazón Púrpura”.