Pésima combinación: Estado débil, alcohol y barras porriles
Por: Armando Hernández
El futbol mexicano vivió una de sus páginas más oscuras de su historia, luego de que un pleito entre aficionados del Querétaro y el Atlas terminara en una batalla campal con un saldo de 26 heridos.
Corría el minuto 60 en el estadio Corregidora, con el marcador 0-1 a favor de los Zorros, cuando cientos de aficionados de los dos equipos se enfrentaron en una trifulca masiva e invadieron el terreno de juego, obligando a suspender el partido en un un hecho que obligó a la Liga MX a parar sus actividades de ayer domingo.
La fiereza con la que estalló la violencia en el estadio de futbol de Primera División reveló la existencia de una furia social en grado de confrontación.
Aunado a ello, el fanatismo azuzado por la comercialización del futbol y potenciado por los narradores ha ido más allá de la simpatía por un equipo y ha revelado la existencia de una condición de violencia social en proceso de ruptura de los acuerdos mínimos de convivencia. Si sumamos el consumo de alcohol al interior de los estadios y la existencia de las famosas “barras” que fomentan el fanatismo y las agresiones contra los aficionados de los equipos rivales, tenemos una combinación francamente explosiva, como se evidenció en Querétaro.
Tragedia aunque no hay muertos: Kuri
El gobernador de Querétaro Mauricio Kuri informó que 26 personas requirieron atención médica hospitalaria, de los cuales dos son mujeres, tres casos fueron dados de alta, siguen 23 internados y tres son considerados graves, 10 delicados y el resto de los heridos sin gravedad.

El mandatario estatal indicó que los hechos violentos en el estadio Querétaro llena de vergüenza y mucha rabia a la entidad.
“No es un atentado contra un grupo de aficionados y de espectadores, ni entre los barristas, es un atentado contra Querétaro, a nuestra forma de vida y valores”, refirió al condenar los hechos en el partido Querétaro contra Atlas
Calificó como una tragedia las agresiones que sucedieron en el estadio, y enfatizó que aunque no hay defunciones se trata de un hecho grave.
México no puede seguir así: Zaldívar
El ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, condenó los hechos violentos ocurridos en el Estadio Corregidora, que dejó 26 heridos y exigió investigar y sancionar a todos los responsables,
“Se debe investigar y sancionar a los responsables. México no puede seguir así”, aseveró el principal juez del país.
Sin mencionarlo, su postura se une a las distintas voces donde señalan que detrás de la violencia de las barras deportivas del fútbol en sus diferentes niveles se encuentra la configuración de una violencia como forma de dominio social y el modelo de eliminación del perfil autoritario de algunas de las instancias gubernamentales de seguridad.
Seguridad privada en la mira
Tras los hechos ocurridos en el estadio Corregidora el pasado sábado, el secretario de Seguridad Ciudadana de Querétaro, Miguel Ángel Contreras, responsabilizó a la empresa de seguridad privada del estadio Corregidora de no contar con el personal suficiente para resguardar el encuentro deportivo.
El funcionario especificó que previo al partido entre Querétaro y Atlas se sostuvieron varias reuniones para establecer las atribuciones que tendrían las áreas de seguridad que participan para resguardar el inmueble y la integridad de los asistentes.
“Hay que decirlo: la empresa de seguridad privada no llevó todos los elementos que tenía que haber llevado para cubrir el evento”, indicó.
Violencia, reflejo de México

Todo indica que detrás de la violencia en el futbol, en sus diferentes niveles se encuentra la configuración de una violencia como forma de respuesta a los problemas que vivimos como país e ineficacia de las instancias gubernamentales de seguridad que deriva en la impunidad.
Como muestra, los actos violentos que se dieron en el Querétaro vs Atlas le han dado la vuelta al mundo, con distintas reacciones, como la de Edson Álvarez, exjugador del América, hoy con el Ajax de Ámsterdam, quien expresó su sentir tras ver lo que pasó el sábado en el Estadio La Corregidora y dejó un fuerte mensaje.
El mediocampista compartió una reflexión de estos actos y señaló que a pesar de que esto haya ocurrido en un “simple” partido de futbol, es un reflejo muy claro de lo que “somos como sociedad”.
“Ahora pasó en el futbol, pero esto es algo con lo que la gente tiene que vivir todos los días. Miedo, inseguridad y violencia. Yo sé que el mundo y el país están viviendo situaciones peores que un ‘simple’ partido de futbol. Pero no es nada más que el reflejo de lo que somos como sociedad”.
Una historia habitual
Los hechos del pasado sábado marcaron una nueva página en el futbol mexicano, sin embargo, no fue un acto inédito, pues en el último lustro existen episodios con algo grado de violencia.
Basta con recordar el 2015, durante la goleada de las Chivas 4-1 sobre el Atlas en partido de Liguilla. Al igual que ahora, aficionados rojinegros invadieron la cancha, dejando un saldo oficial de 10 detenidos y nueve heridos; el Estadio Jalisco fue vetado por dos juegos y los Zorros recibieron una multa millonaria.
Dos años más tarde (2017), ahora en casa de Veracruz, en el duelo ante Tigres, las tribunas también vivieron momentos para el olvido, donde una pelea que dejó a varias personas lesionadas. La Comisión Disciplinaria sancionó con solo un partido de veto al Estadio Luis Pirata Fuente, además de una multa económica de poco más de $36,000 dólares para los Tiburones Rojos, $7,500 para los felinos y sanciones para Ricardo ‘Tuca’ Ferretti, entonces técnico visitante.
En 2019, de nuevo el fair play se convirtió en sólo una ilusión, pues en el encuentro entre Monterrey y Tigres, lejos del resultado en el Clásico Regio, las agresiones fuera del estadio acapararon los titulares. Irónicamente, por el lugar donde se protagonizaron, no hubo sanciones.
En octubre de 2019, Atlético de San Luis y Querétaro sostuvieron una batalla campal en las tribunas del Alfonso Lastras, dejando 33 personas heridas y la sanción de veto por dos partidos, además de una multa económica para ambos equipos.
El último antecedente, previo a este sábado, fue en octubre del 2021. Pese al operativo de seguridad por ser un juego de alto riesgo, la violencia se presentó en las tribunas del Estadio Azteca, durante una edición más del Clásico Capitalino entre Pumas y América.