Hoy comienza la final de la NBA entre el Miami Heat y los Denver Nuggets en una serie que luce pareja.
Expertos en al deporte ráfaga analizan los factores que pueden definir la serie a favor del Heat o de los Nuggets.
El entrenador de Miami Heat debe dormir tranquilo por dos motivos principales: llevó a su equipo mucho más lejos de lo que cualquiera esperaba y ya estuvo cinco veces en unas Finales de la NBA, con lo que conoce perfectamente la situación a la que está a punto de enfrentarse.
Para el entrenador Michael Malone la primera de sus pesadillas debe comenzar con el ritmo de juego, si se considera que hace 10 días desde que sus Nuggets eliminaron a los Lakers en las Finales de Conferencia y enfrentar a un Miami Heat que ha pasado por todo en esta postemporada, desde lo sublime hasta lo ridículo; desde el Play-In hasta la eliminación en Juego 7 de los Boston Celtics, cuando parecía que dejaban ir una ventaja de 3-0 en la serie.
Con seguridad también pasa noches en vela pensando en la manera de frenar la estrategia del coach Erik Spoelstra, quien ha visto de todo en postemporada incluyendo Finales NBA. Para Malone y los Nuggets sets la primera de su historia.
Y dentro de la duela, Malone tendrá que encontrar la manera de encontrar tiradores con buenos vistazos afuera de la pintura, más allá de que se da por descontado que Jokic dominará abajo del aro.
Tienen que cuidar el balón, que Miami ha hecho su vida en este último mes ganando el diferencial de entregas y Jimmy Butler robando pelotas
Pero si hay algo que puede quitarle el sueño es descubrir cómo restarle protagonismo a Nikola Jokic, el jugador más destacado de estos playoffs. El serbio domina todos los aspectos del juego: tira bien, pasa mejor y toma rebotes. Llega con la confianza por las nubes con el triple-doble que promedia en la postemporada.
Si Spoelstra, ya sea con defensa zonal o individual, logra limitar la influencia de Jokic, entonces habrá dado un paso enorme para llevarse algún triunfo de Denver. Tal vez, deba elegir el mal menor: que el serbio anote mucho pero no pueda abastecer con fluidez a los tiradores y no consiga jugar en parejas con Jamal Murray con comodidad puede ser la opción deseada.
Pero si hay algo que puede quitarle el sueño es descubrir cómo restarle protagonismo a Nikola Jokic, el jugador más destacado de estos playoffs. El serbio domina todos los aspectos del juego: tira bien, pasa mejor y toma rebotes. Llega con la confianza por las nubes con el triple-doble que promedia en la postemporada.
Para algunos expertos Caleb Martin pude ser ese ‘Factor X’ que cambie el destino de un juego. El alero fue una de las grandes revelaciones de la final del Este, sobre todo en los Juegos 6 y 7 ante los Celtics saliendo de la banca o bien como titular.
Su aporte de campo y triples en la serie ante los Celtics lo hizo candidato al MVP de las finales del Este, pero a lo largo de los playoffs no desentonó del resto de sus compañeros registrando de campo 56.6%, de tres 43.8% y desde la línea de los libres promedia 81.8%.
No sería de extrañar que coach Erik Spoelstra decidiera utilizarlo como titular en más de un juego ante los Nuggets
Si en un costado de la cancha Denver puede sacar ventaja sobre Miami es en el ofensivo. Los Nuggets tienen el segundo mejor promedio anotador de los playoffs con 116.4 por juego. Además es el equipo que tiene mayor diferencia de puntos entre los que anota y los que permite con +8.3. Los números están a su favor.
Pero en las finales, el plano emocional juega tanto como las estadísticas. Ante Los Angeles Lakers, Denver mostró el aplomo necesario para imponer su mejor juego y la mayor jerarquía de su plantel. Si logra mantener ese dominio, si continúa privilegiando el juego en equipos obre los arrestos individuales y si Nikola Jokic se muestra dominante en ambos lados de la cancha como hasta ahora, los Nuggets seguramente se coronarán campeones.
A Miami no le ha ido bien ante Denver recientemente; en los últimos cinco años tienen un récord de 1-9. Defender en zona no aparenta ser una buena fórmula ante Nikola Jokic y su increíble capacidad para encontrar a sus compañeros sin marca. A las estrellas no se puede detenerlas, sino tal vez limitarlas.
En este caso, Miami debe enfocarse en Jamaal Murray. Deben buscarlo en el costado defensivo para que se desgaste, mostrarle la ocasional presión de cancha completa y cambiarle la marca; Caleb Martin lo complicaría con su tamaño, además de las manos activas de Gabe Vincent y Kyle Lowry.
Aunque suene contra intuitivo, no doblaría a Jokic y lo “dejaría” anotar sus puntos. Si bien Jokic puede anotar 40 en un día cualquiera, esa no es su naturaleza primordial y es más peligroso cuando está involucrando a sus compañeros.
El Heat no será favorito una vez más, pero eso no lo ha detenido en el pasado.
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