Resulta que José Joaquín Esquivel jugó, durante este mismo torneo, 2 partidos con el Necaxa antes de ser trasferido al Mazatlán. Durante los encuentros que disputó defendiendo la camiseta de los Hidrorayos recibió dos tarjetas amarillas.
Lo cantó el filósofo de la trova don Facundo Cabral: “A veces yo me pregunto, cuando no hay pan en la mesa ¿Quién fue el que le dio sombrero a quien no tiene cabeza?”
Esto viene “como anillo al dedo” para tantas anormalidades administrativas que han ocurrido recientemente en la Liga Mx, algunas de ellas con graves consecuencias en lo deportivo.
La última de las “gracejadas” sucedió el pasado martes, cuando las Chivas Rayadas del Guadalajara adelantaron su partido de la fecha 11 para recibir, en el Estadio Akron, la visita del Mazatlán.
Resulta que José Joaquín Esquivel jugó, durante este mismo torneo, 2 partidos con el Necaxa antes de ser trasferido al Mazatlán. Durante los encuentros que disputó defendiendo la camiseta de los Hidrorayos recibió dos tarjetas amarillas.
Esto quiere decir que cuando fue trasferido ya tenía acumuladas dos preventivas, que se suman y no quedan en el olvido por el hecho de haberse enrolado con otro club.
Ya enfundado en la casaca del Mazatán fue amonestado en otras 3 ocasiones, completando 5 cartones amarillos, por lo que se hacía merecedor la suspensión de un partido.
En el duelo que hoy nos ocupa (Guadalajara vs Mazatlán) Esquivel salió a la banca “indebidamente” porque supuestamente debería de estar suspendido. Sin embargo, dicha suspensión no fue notificada al equipo.
Una vez que los caprinos cayeron “ignominiosamente”, jugando de locales, al son de un gol por tres, se les ocurrió “protestar” el partido por alineación indebida pretendiendo ganar los tres puntos en la mesa.
El reglamento es muy claro, “se incurre en alineación indebida cuando se alinea a un futbolista que está suspendido”. La cuestión aquí es que Esquivel no estaba suspendido (aunque lo mereciera) porque la Comisión Disciplinaria no lo había notificado así; de modo que, no se tipifica el “delito” de alineación indebida.
El Rebaño Sagrado perdió dos veces ante Mazatlán: en la cancha y en la mesa. Y, aunque la Liga Mx aceptó su error y terminó ofreciendo disculpas, ahí queda esta falta administrativa, que luce imperdonable e incomprensible para un futbol organizado y profesionalizado como supuestamente es el nuestro.
Aunque amenazan con recurrir al TAS (Tribuna de arbitraje deportivo internacional), quizá no estén enterados de que para ingresar una protesta a dicho organismo hay que acompañarla de 50 mil euros y que, si no prospera la protesta, no te regresan el depósito.
¿Quieren más? Reciénteme, el “Tecatito” Corona debutó con los Rayados del Monterrey, luego de regresar al terruño quedo “con la frente marchita” tras su aventura por el viejo continente.
Debutó en la jornada 8 frente a los “Panzas Verdes” del León, ingresando de cambio al minuto 45. La cuestión aquí es que jugó con el número 16 en los dorsales; pero, se les olvidó que durante las primeras 3 jornadas del presente torneo, el defensa Celso Ortiz ya había utilizado ese número (el 16) antes de ser trasferido al Pachuca.
Si bien es cierto que no está permitido, por reglamento, que dos diferentes jugadores utilicen el mismo número durante la campaña, también lo es que dicha “falta” no está tipificada como “alineación indebida” y la sanción que le corresponde es simplemente una multa económica.
A esto hay que añadirle el partido que el Puebla perdió en la mesa contra Xolos, en la jornada 8, aunque lo había ganado en la cancha, por otra “falla administrativa”, al no anotar en la hoja de alineación Luis Miguel Noriega, miembro del cuerpo técnico. Igualmente, los de la Franja, amenazan con recurrir al TAS.
En el remoto caso de que estos vergonzosos casos lleguen la TAS … ¿Qué pensarán de nosotros por aquellos lares?
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