Después de la, ignominiosa, eliminación del equipo tricolor (que tiene mucho corazón) de la Copa del Mundo, Qatar 2022, la gran familia del futbol se rasgaba las vestiduras, al tiempo que los “dueños del balón” hacían (falsas) promesas de una renovación a fondo del balompié nacional ¡Si, Chucha!
Pues bien, han pasado ya seis meses y “nada ha cambiado; todo es igual”. La tan anunciada “reunión de mayo” en donde la Asamblea de Dueños notificaría que “un nuevo y prometedor horizonte se asomaría en el dintel de la ventana del futbol mexicano”, resultó, como era de suponerse, “pan con lo mismo”.
Se esperaban medidas que aumentaran la competitividad de la liga y que combatieran la mediocridad, como lo serían. 1) Que regresara el sistema de ascenso y descenso 2) Abolir el repechaje y 3) Reducir el número de extranjeros.
La cuestión del ascenso y descenso quedó postergada para ser reactivada hasta el día en que existan cuatro equipos que estén “certificados”; es decir, que cubran una serie de requisitos “que no los tiene ni Obama” que incluyen que todos los futbolistas muestren “su zapatito del kínder”.
Supuestamente, los equipos que ocupan los últimos lugares de la tabla “pagan” una multa (quiero creerles) lo que hace que “naden de a muertito” sin muchas preocupaciones. El día en que ya existan los “4 fantásticos” certificados, se empezará a reactivar el ascenso (que no el descenso) y un par de años después, quizá ya alguna institución se vaya al averno de la división inferior ¡Quizá!
Aunque el presidente de la Liga había prometido el fin del repechaje, no ocurrió así. Ahora, le han dado paso a una “pachotada” conocida con el rimbombante nombre de: “Play In”.
El nuevo formato consiste en que los equipos que terminen en los lugares del 1 al 6 calificaran directo a la liguilla. Mientras tanto, el séptimo y el octavo lugar jugarán por un boleto para la gran fiesta. El perdedor tendrá otra oportunidad de avanzar midiéndose al ganador del juego que sostendrán el noveno y el décimo lugar, sencillito ¿No?
Esto quiere decir que el décimo lugar de la competencia gozará de la ocasión, una vez disputadas las 17 fechas del torneo regular, de ceñirse la corona ¿Qué no habrán entendido, estas brillantes mentecillas, que de lo que se trata es de evitar la mediocridad y de aumentar la competitividad de nuestro querido deporte?
En el tema de los foráneos, ahí sí, “hubo avances”; bueno, si es que al hecho de que hayan reducido una plaza se le puede considerar “avance”.
En los últimos torneos se permitía que ocho futbolistas, no formados en México, alinearan de manera simultánea en cada partido. A partir del próximo certamen, solamente serán siete ¡Órale!
Para acabarla de amolar, fue “ungido” como flamante presidente de la FMF Juan Carlos Rodríguez, quien es conocido en el mundo balompédico con el mote de “La Bomba”.
Y digo que para acabarla de amolar porque el ADN y el pedigrí que ostenta “La Bomba” es idéntico al de sus predecesores. Proviene de la “cuadra” de Avenida Chapultepec 18, de modo que la pregunta resulta obligada ¿Qué nos haría pensar que las cosas van a ser distintas?
Duilio Davino fue nombrado director de selecciones nacionales, al tiempo que Andrés Lillini será el encargado de las selecciones menores.
Parafraseando al malogrado filósofo trovador don Facundo Cabral (qepd), siempre que pienso en el “Cartel de pantalón largo” viene a mi mente esta frase: “A veces yo me pregunto cuando no hay pan en la mesa … ¿Quién fue el que le dio sombrero a quien no tiene cabeza?”.
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