El aumento en los límites de la deuda pública de Estados Unidos se extiende hasta 2025, señalan estudios y analistas de economistas independientes.
Steven Hondall, analista político, afirmó que los republicanos en las negociaciones sobre el endeudamiento fueron más allá de lo permisible cuando la hora fatal llegó para los democrátas desde hace más de 4 semanas de intensas negociaciones.
“Se alcanzó el límite de la deuda legal de 31,4 billones de dólares, lo que llevó al Departamento del Tesoro a recurrir desde entonces a medidas extraordinarias para pagar las cuentas”.
En tanto, instituciones como la Reserva Federal (Fed) han alertado estos meses sobre los riesgos de no elevar el techo de deuda. No hacerlo, advirtió recientemente su presidente, Jerome Powell, “no tendría precedentes” y “estaríamos en un territorio desconocido” cuyas consecuencias “serían muy inciertas”.
A su vez, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional han estado alertando sobre la necesidad urgente de que el Congreso actúe ya que, de no hacerlo, habrá “graves repercusiones” tanto para la economía estadounidense como a nivel global.
A unas horas de que venza el plazo los demócratas doblaron las manos y los republicanos buscan el equilibrio en el Congreso.
En tanto, el presidente Joe Biden, a decir de politólogos y analistas, perdió gas rumbo a 2024, al no imponer condiciones de cara a estos hechos que se asegura evidencia falta de tacto político.
Hasta el momento, demócratas y republicanos han alcanzado un “principio de acuerdo” para elevar el techo de deuda y evitar que Estados Unidos entre en suspensión de pagos.
Así lo confirmaron el presidente Joe Biden y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
El republicano aseguró que el acuerdo recoge una “histórica” reducción del gasto público y reformas que “sacarán a las personas de la pobreza y las incorporará a la fuerza laboral”. Además recalcó que no contiene nuevos impuestos.
En su oportunidad, el demócrata Joe Biden, publicó, por su parte, un comunicado en el que reconoció que el principio de acuerdo contiene concesiones de los demócratas, pero mantiene las “prioridades clave” de su Gobierno.
También confirmó que los equipos de negociación de ambos partidos tienen la tarea de finalizar el texto legislativo, que será votado tanto en la Cámara de Representantes (controlada por los republicanos) como en el Senado (controlada por los demócratas). “Insto encarecidamente a ambas cámaras a que aprueben el acuerdo de inmediato”, concluyó.
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