Mujeres Periodistas Hoy
Por Elvira Hernández Carballido
Ahí estaban, mujeres periodistas de hoy que compartían su experiencia con pasión y compromiso. Su voz marcó un sonido diferente en la Quinta Semana del Periodismo en Hidalgo, advirtieron la continuidad de prejuicios, pero también la transformación que les ha permitido ganar espacios y el respeto del gremio.
La primera voz fue la de Virginia Bautista Castillo, reportera cultural de Excélsior: “Venir de la universidad nos dio una actitud diferente, representamos a otra generación. Viví insinuaciones, nunca acoso, pero la experiencia te va diciendo cómo construir tu propio código de ética. Nunca pedí que por ser mujer me asignaran algo menos peligroso o un evento más temprano. Cuando fui madre, nunca falté ni dejé de cubrir mis fuentes. Hemos ganado terreno, pero es una lucha constante porque los prejuicios siguen. Hay pocas directoras, pero somos más reporteras y hemos demostrado que la calidad del trabajo está a la par”.
María Teresa Velázquez, fundadora del Sistema Zacatecano de Radio y Televisión, destacó la diferencia de la generación empírica que les enseñó a redactar notas, pero que las miraban con desconfianza. “Yo entré a un espacio ruidoso, donde escuchabas el teclear de las máquinas de escribir y si entraba una mujer, los chiflidos de admiración surgían de inmediato. Una tuvo que ser valiente, ponerle el alto a un compañero que se quisiera pasar de listo, advertir que al cubrir una nota los guaruras y políticos no se fijaban en cuestiones de género y podían aventarte para evitar que consiguieras la declaración exclusiva. Pero hay algo de lo que estoy segura, si volviera a nacer, volvería a ser periodista”.
Lydiette Carrión, reportera que ha denunciado feminicidios, señaló: “A mi generación le tocan cambios, pero también hay cosas que siguen igual. Hay todavía mucha misoginia, fuentes que no quieren asignarnos, esa idea de que somos buenas y no podemos hacer referencia a las fuerzas armadas, pero sí a los derechos humanos. Se mantienen dinámicas donde si eres mujer de repente tienes que volverte dura para que tus compañeros te respeten, adoptar su lenguaje masculino. Muchas veces me decían que para estar en este espacio tenía ser hombrecito, bueno, hombrecita, corregían con sarcasmo. Aunque también me tocó un proceso de transformación, surgieron redes de periodistas para capacitarnos, cuidarnos o subir el nivel del periodismo. Gracias a una de ellas aprendí a cubrir los movimientos feministas, aprendí que no es normal masculinizarme para ser aceptada en el gremio periodístico, que si tengo un hijo necesito un tiempo diferente, ser más consciente de los derechos que como mujer me corresponden y la importancia de asumirme como feminista en el ámbito periodístico”.
La periodista y doctora en Historia, Olga Rosario Avendaño coincidió con sus colegas y agregó que debe no olvidarse que quienes reportean “somos seres humanos, que sentimos, que no podemos evitar involucrarnos en los sucesos que nos toca cubrir y que eso llega al alma, duele y puede afectar la salud mental”.
Finalmente, la reportera más joven, Anna Legorreta advirtió: “Me tocó una época de paridad de género, hay más mujeres en todos los puestos, mi editora es mujer, mis colegas son mujeres, hay unión y comprensión. Yo cubro negocios, pero a veces la fuente es la que no parece respetarnos por ser mujeres, creen que somos débiles, que no sabemos del tema que nos tocó cubrir y quieren burlarse, manipularnos, ahí nos toca ponernos duras y demostrarles que podemos lidiar con ellos. Lamentó que hoy ya no es costumbre ir al lugar de los hechos y conformarse con lo que sale en las redes sociales. “Se debe dar a los lectores algo más que el twit de un funcionario”.
Fue de esta manera como las mujeres tuvieron voz y un foro especial para ellas en la Quinta Semana de Periodismo en Hidalgo celebrada del 21 al 25 de febrero y organizada por la Fundación para la Comunicación y el Periodismo presidida por Alejandro Gálvez.
Pie de foto:
Lydiette Carrión: “A mi generación le tocan cambios, pero también hay cosas que siguen igual. Hay todavía mucha misoginia”