Por Guadalupe López García
Las dos subdirectoras de área, la jefa del departamento de Atención a la Violencia y las cinco jefas de unidades del Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa (IMMX) fueron removidas de sus cargos, con la llegada de Ricardo Ahued Bardahuil, de Morena, a la presidencia municipal, a partir del 1 de enero de 2022. El argumento fue que el alcalde tenía que cumplir “compromisos políticos”.
Todas las titulares de área eran “personal de confianza”, del cual existe el argumento de que en estos puestos, cuando llegan nuevas autoridades, se pierde la confianza, aunque se les puede dar la oportunidad para continuar; sin embargo, no hay ningún marco legal que indique que todo ese tipo de trabajadoras/es pueda ser removido de su cargo, señaló Norma Lozada Gómez, exjefa del departamento de Atención a la Violencia, con 12 años y 11 meses de antigüedad en el IMMX.
La especialista levantó una demanda por despido, al igual que la exjefa de la Unidad de Administración, Elsa María Delfina López Rivera, quien laboraba en el ayuntamiento desde hace 13 años. Si bien la confianza depende del criterio o disposición de la persona, en su caso hay violencia de género, indicó la abogada en entrevista para SemMéxico, porque tenía dos meses de haber dado a luz a su hijo y se encontraba de vacaciones al momento del cese laboral.
La nueva titular del IMMX, Zaira del Toro Olivares, le indicó que esas fueron las instrucciones del presidente municipal (de cesar a todo el personal de confianza), porque tenía compromisos políticos que cumplir. Sin embargo, en su caso se omitieron tres jurisprudencias en las cuales refieren que las trabajadoras embarazadas y en situación de maternidad, conforme al marco constitucional e internacional de protección a los derechos humanos, deben gozar de una tutela especial, entre otros beneficios, y contar con estabilidad reforzada en el empleo.
A su vez, Elsa López relató a SemMéxico que sus derechos humanos fueron violentados, porque no hubo liquidación conforme a la ley, por sus 13 años de antigüedad en la administración municipal. Asimismo, existió discriminación por edad, ya que tiene 53 años y el nuevo personal es menor de 30 años. “La nueva titular no tuvo ninguna sensibilidad ni analizó la situación de madres trabajadoras en situación de vulnerabilidad, ni mucho menos fue sororal como cada una de nosotras lo fuimos con ella, al hacerle una entrega debidamente requisitada y explicada”, indicó la exadministradora.