Por Michel Chossudovsky
Guerra económica
El 11 de marzo de 2020 se lanzó una compleja agenda de guerra económica y social bajo los auspicios del “bloqueo” de COVID-19 contra 193 estados miembros de las Naciones Unidas. El objetivo declarado era combatir la propagación del virus “con miras a salvar vidas”.
Ampliamente documentada esta iniciativa emanada del estamento financiero. Su intención no era salvar vidas, sino todo lo contrario. Involucró un complejo proceso de toma de decisiones que requirió la cooptación de más de 190 gobiernos nacionales.
Su objetivo tácito era desencadenar el caos económico y social, lo que resultaría en bancarrotas, desempleo y pobreza.
El confinamiento de la fuerza laboral, el tapabocas, el distanciamiento social, el cierre de escuelas y universidades, el mandato de vacunas, etc.
La pregunta fundamental: ¿Cuál es su relación con la geopolítica y las estrategias de guerra global? ¿Cómo se relaciona con la política exterior de EE. UU. y la agenda militar de EE. UU. y la OTAN?
Desde un punto de vista estratégico, es un acto de “Guerra Económica”.
Sin precedentes en la historia mundial, este proyecto diabólico que afecta a más de 7 mil millones de personas en todo el mundo se implementó de manera simultánea y concurrente en el transcurso de los últimos dos años con la planificación y el despliegue estratégico de las fuerzas militares aliadas de EE. UU., la OTAN y contra Rusia y China.
Dos crisis aparentemente diferentes se están desarrollando simultáneamente
Los peligros de la guerra global dirigida contra Rusia y China.
Los mandatos Covid dirigidos contra más de 7 mil millones de personas.
Estas dos grandes crisis que están ocurriendo simultáneamente están íntimamente relacionadas:
La invasión rusa de Ucrania y la militarización de Europa del Este. Y ahora la UE ha tomado la decisión de ponerse del lado de EE. UU. y la OTAN contra Rusia tras una decisión del presidente de la Comisión Europea.
La crisis en curso relacionada con los llamados mandatos de Covid en el transcurso de los últimos dos años que han socavado el tejido económico, social y político de 194 estados nacionales soberanos que ya no son soberanos.
Los mismos actores financieros poderosos están detrás de estas dos crisis interrelacionadas
Las élites financieras toman las decisiones. Es una agenda de facto de la Tercera Guerra Mundial que consiste en imponer un sistema de gobierno global.
El bloqueo de Covid, incluida la imposición de la vacuna de ARNm, es parte de una agenda hegemónica que consiste en la subordinación de los estados nacionales soberanos. Son instrumentos de sumisión.
En el contexto actual, la Agenda Covid es una parte integral del arsenal militar, de inteligencia y estratégico más amplio.
El Gran Reseteo y la Cuarta Revolución Industrial consisten en imponer en palabras del fallecido David Rockefeller.
“La soberanía supranacional de una élite intelectual y banqueros mundiales…. [que] es seguramente preferible a la autodeterminación nacional practicada en siglos pasados.” (citado por Aspen Times, 15 de agosto de 2011, énfasis añadido)
La crisis del Covid abre una nueva estrategia de guerra económica
Los mandatos Covid (aplicados simultáneamente en todo el mundo) constituyen un instrumento de guerra económica y social sin precedentes en la historia mundial. A grandes rasgos son instrumentos del imperialismo.
Socavar la economía nacional de una nación enemiga es el objetivo tácito de la guerra moderna. Históricamente, el modus operandi de la guerra económica ha sido:
“debilitar la economía de un adversario negándole el acceso a los recursos físicos, financieros y tecnológicos necesarios o inhibiendo de otro modo su capacidad para beneficiarse de los intercambios comerciales, financieros y tecnológicos con otros países.
Los “mandatos covid” impuestos por los intereses financieros dominantes van mucho más allá de las estrategias existentes de guerra económica.
Países enteros han sido debilitados y desestabilizados sin necesidad de “revoluciones de color” o intervención militar.
Los países que están categorizados como “enemigos” de América han cumplido y respaldado los mandatos covid, incluidos Cuba, Venezuela e Irán. La economía de Cuba ha sido literalmente destruida. (Y su gobierno socialista ha aceptado los mandatos del Covid sin pestañear).
Al hacerlo, estos “enemigos de Estados Unidos” han aceptado un proceso de desestabilización económica e ingeniería social que, según todos los informes, es mucho más destructivo que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a los gobiernos incumplidores.
La Deuda Global y la Desestabilización del Estado Nación
Estamos en la encrucijada de la crisis de deuda global más grave de la historia mundial.
La Crisis del Covid es parte de una Gran Agenda de Dinero, cuyo objetivo es, en última instancia, desencadenar quiebras y deudas masivas, con miras a desestabilizar las estructuras económicas de los estados-nación soberanos.
La crisis de la deuda mundial derivada de las medidas de confinamiento ha provocado un aumento de los niveles de deuda pública (nacional, provincial, municipal). Las estructuras fiscales y monetarias están cada vez más controladas por acreedores externos.
Dolarización
El endeudamiento es un instrumento de facto de conquista y guerra económica. Es el poder del dólar estadounidense. Los acreedores externos toman las decisiones, The Endgame es borrar el Estado Nación e imponer un sistema de “Gobernanza Global”.
Desde un punto de vista estratégico, la agenda Covid-19 juega un papel clave.
Debilita a los gobiernos nacionales, instala políticos corruptos bajo el control directo del establecimiento financiero (por ejemplo, Trudeau, Macron, Johnson, et al). En “países enemigos” como Venezuela e Irán, los intereses de Big Money toman el control de vastos recursos de petróleo y gas natural.
Un mundo de mentiras
Estamos en una encrucijada muy peligrosa. Al momento de escribir, Rusia ha invadido Ucrania.
Vivimos en un mundo de mentiras que prevalece sobre los hechos.
Los peligros inminentes de la Tercera Guerra Mundial son silenciados por una ola de censura, cuya intención es silenciar a los medios independientes.
Los políticos corruptos están preparados para creer en sus propias mentiras. Estas mentiras (incluida la ciencia falsa) están incrustadas en un proceso de toma de decisiones complejo y caótico que involucra a la inteligencia estadounidense, el aparato de seguridad, las grandes farmacéuticas, los gigantes de las TIC, la ONU, la OMS, el Banco Mundial, el FMI, el BIS, el Pentágono, los poderosos grupos de presión, así como actores poderosos dentro del establecimiento financiero y bancario.
Ya no estamos lidiando con las contradicciones de la diplomacia de la Triple Alianza y la Triple Entente que había sido cuidadosamente elaborada por el canciller Otto Bismarck, y que eventualmente condujo al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Las alianzas superpuestas y contradictorias de hoy han llevado a una geopolítica confusa y peligrosa que está más allá de toda descripción.
La fuente original de este artículo es Global Research