Por José Sobrevilla
Entrevista con Edgardo Buscaglia Parte 2
No es la primera vez que la humanidad, a lo largo de su historia, ha enfrentado a personas como Vladimir Putin; lo ha hecho muchas veces y la única diferencia, ha sido que, poco a poco, ─a través de la constitución de las Naciones Unidas─, el mundo ha desarrollado organizaciones humanitarias como la Cruz Roja, entre otras; y con ello, la sociedad global ha venido creando, desplegando, valores éticos que hacen ya inaceptable, inadmisible, bombardeos contra poblaciones civiles como ocurría en la Segunda Guerra, y que lo hacían de manera discriminada como mecanismo de terrorismo de estado.
“Este hombre ─Putin─ continuará invadiendo países a su alrededor para restaurar su imperio zarista; mismo que no está basado en un partido comunista como antes, ni en una estructura política; está basado en él mismo, como el zar mafioso que tiene Rusia” comentó a este reportero el Dr. Edgardo Buscaglia, especialista, con formación posdoctoral en Jurisprudencia y que forma parte del Programa de Política Social en la Facultad de Derecho de la Universidad de California en Berkeley.
La mentalidad mafiosa de este personaje, no lo hace atacar al fuerte, sino al débil; “por suerte comenzamos a ver un atisbo de reacción fuerte de varios países, y no me limito a Occidente, acá tenemos países de la más diversa tradición como Japón; aun China quien se abstuvo de aceptar o validar la invasión a Ucrania. Todo este choro de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, lo amenazó, es mareador y por desgracia lo repite gente de buena fe que no conoce la historia rusa y tampoco ha trabajado en la región. Pregúntenle a los cientos de miles de personas asesinadas por el terrorismo de estado de Vladimir Putin”.
Respecto a la amenaza de utilizar armamento nuclear, el académico cofundador de la Asociación Interamericana e Ibérica de Derecho y Economía, considera muy probable que él ─Putin─ trate de usar armas nucleares táctico-operativas; que tienen un alcance más limitado de destrucción que la bomba de Hiroshima, lanzada por los americanos en Japón bajo el mandato de Harry S. Truman en 1945.
Un ataque así generaría no solo sanciones sino hasta una respuesta mucho mayor por parte de la OTAN, porque llevaría el conflicto a otro nivel; y ahí sí se le prohibiría a Rusia volar sobre Ucrania o, incluso, sobre su propio territorio. “Yo quiero pensar que las estructuras institucionales de comando militar en Rusia no le dejarán hacer una cosa así, que seguramente se le va a cruzar por la cabeza”.
La invasión a Ucrania ha unificado más a la Unión Europea, UE. Por ejemplo, Alemania prohibía la exportación de armas a conflictos bélicos; sin embargo, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, este país ha comenzado a exportar armamento como producto de este abuso de poder; o sea que “Putin logró todo lo contrario a lo que pretendía, que no era unificar a la UE, lo que intentaba era fragmentarla.
– Respecto a la petición de armas que Ucrania hizo a México, ¿cuál es su opinión?
– Como ha sucedido en el pasado, México debe definirse cuando se produce una atrocidad. No puede quedar relegado, silencioso. Dante Alighieri ─uno de los fundadores no solamente de la literatura italiana, sino de la lengua de ese país─ decía que “los rincones más oscuros del infierno están reservados para las personas que se mantienen neutrales ante los grandes crímenes de la humanidad”.
Ante el bombardeo masivo de una potencia contra la población civil indefensa, México no se debe mantener neutral o pasivo. Cuando tú ves que a una sociedad la están aniquilando o destruyendo solamente para saciar la visión imperial mafiosa de un dictador, atendiendo al sentido común, ético, promedio de la ciudadanía mexicana, su gobierno tiene que tomar posición.
Hay muchas maneras de ayudar a Ucrania. No tiene que ser únicamente con armas; Puede ser con recursos humanitarios masivos, o a través de un posicionamiento que ponga presión contra el gobierno ruso para detener esta invasión sangrienta. “Si enviar armas viola la ética social mexicana, puede hacerlo de esta forma, pero tiene que tomar partido claramente, no puede esperar que otros resuelvan los problemas de crímenes contra la humanidad”.
– ¿Cómo percibe la posición de EU y China respecto a esta guerra?
– No quiero aparentar ser demasiado optimista, pero mirando al futuro, dado el terrible efecto que estas sanciones van a tener sobre la economía rusa, y sobre la vida de la ciudadanía promedio, quienes no podrán pagar sus cuentas a través del sistema bancario, ni ─debido al colapso─ acceder a servicios básicos por el aislamiento de Rusia ante la economía mundial, porque por más que Putin se haya empecinado en los últimos diez años en generar una autosuficiencia económica, no lo logró. La crisis económica se va a llevar entre las patas a una gran parte de la población rusa, los que lo apoyaron y los que no.
Tengan en cuenta tus lectores que más de 400 multinacionales, organizaciones de todo tipo: deportes, culturales, sociales y políticas, le han hecho un boicot a Rusia. La participación rusa en toda actividad internacional, desde el Ballet Ruso, hasta directores de música han sido cancelados. Eso puede llevar a un efecto multiplicador deseable a que la población rusa quite a ese mafioso del poder e instale un gobierno.
Creo que Selensky, presidente de Ucrania, no trabaja muy bien como títere, porque Biden está bastante disconforme con él. EU contradecía a Ucrania cuando decía que Putin lo iba a invadir. Le respondía que no era verdad; y cuando le ofreció EU una salida para que salvara su vida, él como presidente, dijo hace unos meses a los norteamericanos: “Yo no necesito que me ayuden a salir de acá. Necesito que me den armas para que me pueda defender. La pelea está acá.”
– ¿Sobre la posición de México de no intervención?
– Lamentablemente México es un país que ha heredado doctrinas del partido único de Estado autoritario. Hasta los años noventa, esa doctrina de no intervención le era muy conveniente a la dictadura del PRI, la famosa “doctrinita Estrada”, que todo mundo considera parte de la biblia, tiene a la población mexicana con un lavado de cerebro, y justifica que la “Elite” mexicana, liderada por los Ebrard, comiencen a argumentar que en los asuntos de otros países no hay que intervenir, sin embargo, México ha firmado convenios en donde se compromete a intervenir cuando crímenes de Lesa Humanidad están ocurriendo en otros países.
Esta “doctrina” fue hecha para que nadie intervenga en México cuando el partido único de Estado asesinaba opositores políticos. Recordarán las matanzas en Guerrero durante los setenta, los desaparecidos; a ese pinche régimen autoritario no le convenía que ningún país interviniera para criticar esas masacres. Por lo tanto, crearon la “Doctrina Estrada”. Y ahí tienen periodistas de todo tipo, democráticos, bien intencionados, repitiendo a la doctrina estrada como si fuese, o viniese del Evangelio.
Cuando ocurren cierto tipo de abusos, como el golpe contra Evo Morales, por ejemplo, o cuando Trump le hacía favores a López Obrador y viceversa, ahí sí no importaba intervenir. Cuando en el verano de 2020 López Obrador fue a la Casa Blanca, y Trump quiso hacer su Show para mostrarle a los norteamericanos que él había cerrado las fronteras contra los violadores y delincuentes mexicanos, y quería demostrarles que él había salido triunfante, en el show para la firma del Tratado de Libre Comercio versión dos; y ahí el mandatario de Canadá le dijo abiertamente “Yo no voy porque tú tienes unas elecciones en pocos meses y yo no intervengo en asuntos políticos tuyos”. Se lo dijo así Justin Trudeau.
Buscaglia señala que “ahí no dudaron los López Obrador y su caquistocrática elite como Ebrard en ir a la Casa Blanca y hacer un Show para Trump. Eso es denominado intervención por el mandatario de Canadá”, y concluye señalando que México está perdido en su política exterior.