En la Casa Blanca
Estados Unidos reconoce su “segunda pandemia”, las muertes por sobredosis de drogas, especialmente las vinculadas a los opioides sintéticos y los estimulantes contaminados. En este sentido, el gobierno de Estados Unidos aumentó sus fondos federales a 41 mil millones de dólares para enfrentar el consumo de drogas y lo que considera la “epidemia de sobredosis” a nivel interno.
De acuerdo al Centro Nacional de Estadísticas de Salud, 100,306 personas murieron por sobredosis de drogas entre abril de 2020 y abril de2021, frente a las 78,056 del año anterior y casi el doble de las muertes de hace cinco años, con 56,517.
De alguna manera, el gobierno norteamericano admite que esta “epidemia de sobredosis” ya se le salió de control. Por ello, en el Presupuesto Nacional de Fiscalización de Drogas para 2022, se prevé una inversión de 41 mil millones de dólares, lo que supone un aumento de 669, 9 millones de dólares respecto al año anterior. El presupuesto se destinará a la salud pública, servicios de tratamiento y prevención. Un 57.3% de los recursos se destinará a reducir la demanda, reducción de daños, prevención y servicios de recuperación entre otros. El Plan de Rescate comprende 4 mil millones de dólares para la salud mental y los trastornos por consumo de sustancias.
Los tres países de América del Norte, Canadá, Estados Unidos y México tratan acelerar el desarrollo de estrategias para combatir el tráfico de opioides y drogas ilegales. De alguna manera, intentan dar cauce legal a drogas más ligeras como la cannabis, para dedicar todo el esfuerzo al combate de drogas más duras como los opioides, responsables de la escalada de muertes por sobredosis.
América del Norte es la región del mundo con mayor consumo de opioides para el tratamiento del dolor (su peligrosidad radica en la combinación con otras sustancias); Estados Unidos registró el promedio más elevado de este tipo de opioides en el período 2018-2020 de 26, 122 dosis diarias, de acuerdo a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes correspondiente a 2021 (JIFE). A la vez, como es el mercado más importante del mundo en consumo de drogas, tiene en cada frontera a sus principales abastecedores de sustancias: México y Canadá.
México es la principal fuente de heroína y metanfetamina para los Estados Unidos, a la vez es el principal país de tránsito de la cocaína procedente de América del Sur y una fuente y ruta de tránsito del fentanilo, indica el informe de 2021 sobre la Estrategia Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Y Canadá, por su parte, sigue siendo una de las principales fuentes de tráfico de drogas sintéticas, cannabis y éxtasis hacia los Estados Unidos. El Ministerio de Salud canadiense señaló que, en 2019, la metanfetamina y la cocaína fueron las dos sustancias incautadas con más frecuencia en ese país.
El fentanilo y los análogos de fentanilo son los principales causantes de muertes atribuidas a los opioides sintéticos en Estados Unidos y Canadá. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, en un período de 12 meses que terminó en abril de 2021, se registraron 100, 306 muertes por sobredosis, en este país.
Un estudio de 2021 sobre casos forenses post mortem, indica que, en Estados Unidos, durante el cuatrienio 2017-2020, el carfentanilo (un análogo del fentanilo 10, 000 veces más potente que la morfina y 100 veces más potente que el fentanilo); y el 3-metilfentanilo, (otro análogo del fentanilo con una potencia estimada entre 400 y 6 000 veces mayor que la morfina), circulaban en el mercado ilegal de drogas, específicamente en el noreste del vecino país causando estragos.
La pandemia del Covid-19 complicó más el panorama. Los cierres de fronteras conexas, afectaron las rutas de tráfico desde América Latina, Asia Sudoccidental y Sudoriental, provocó la escasez de heroína lo que condujo a sustituir esta sustancia por opioides sintéticos, en particular los análogos del fentanilo más potentes. La combinación de estos opioides con la heroína se relaciona con poco más de 65 000 mil muertes (casi dos tercios del total) por opioides en los Estados Unidos.
En vista de que la proliferación de análogos del fentanilo (más potentes que el propio fentanilo) está vinculada a los decesos por sobredosis, la JIFE pidió a los gobiernos más afectados prestar más atención a la vigilancia de estas sustancias en circulación. En 2018, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos prohibió todas las sustancias relacionadas con el fentanilo, medida que sigue vigente hasta la fecha. A pesar de esto, siguen en circulación análogos como el carfentanilo y el 3- metilfentanilo mezclados con heroína o fentanilo.
China
Además de Canadá y México, Estados Unidos cuenta con un tercer abastecedor muy importante en Asia, y estos son los traficantes chinos.
Pese las medidas de control norteamericanas, un informe de 2021 de la Comisión de Examen de las Relaciones entre Estados Unidos y China en el Ámbito Económico y de la Seguridad, afirma que los traficantes de fentanilo chinos utilizan varios métodos para burlar la prohibición estadounidense. Algunos de estos métodos consisten en alterar el nombre de la sustancia. También suelen operar en la conocida deep web cifrados con contraseña; en grupos privados en redes sociales, y en aplicaciones informáticas de mensajería que conectan a los consumidores con los vendedores de fentanilo.
Dada la potencia de los análogos del fentanilo, los traficantes los comercian en pequeñas cantidades lo que les permite explotar los servicios postales y de mensajería para realizar envíos en pequeños paquetes a distintas partes del mundo.
Para tener una idea de la magnitud de este comercio y entender porque se comercializa en paquetes pequeños resulta que de un gramo de fentanilo, se pueden obtener 10 000 dosis de 100 microgramos. Los calmantes para el dolor, los famosos “painkillers”, necesitan entre 7 y 10 microgramos de fentanilo.
México.
En marzo de 2021, la Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos en su informe del 2020 indicó que las organizaciones delictivas mexicanas aumentaron la fabricación y suministro a los Estados Unidos de fentanilo y metanfetaminas ilícitos lo que habría contribuido al aumento de las muertes por intoxicación por drogas.
De acuerdo a las autoridades de México y Estados Unidos, en los últimos años se estableció una red entre los carteles mexicanos y de China para elaborar el opioide y enviarlo después al vecino país. Hasta 2017, el fentanilo se enviaba desde China al mercado estadounidense. Pero después cambió la ruta. Los carteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa, comenzaron a importar precursores químicos para elaborar fentanilo en sus propios laboratorios, convirtiéndose en los mayores proveedores de los consumidores estadounidenses.
Habrá que ver si Estados Unidos con ese gran presupuesto logra derrotar esta “pandemia de sobredosis”, si no lo logra volverá a romper récord en el número de muertes en este año.