Impulsa candidatura en Ohio con campaña contra mexicanos
James David Vance, candidato al Senado de Ohio, en Estados Unidos, hizo recordar al exmandatario Donald Trumo con elementos que desataron la polémica, luego de preguntar a los votantes si “odian a los mexicanos”, como él sugiere hacerlo.
Así, el nuevo anuncio de JD Vance se convirtió en tendencia en redes sociales, más cuando él mismo criticó a los medios por llamar “racistas” a las personas que quieren construir un muro en la frontera sur.
Las voces en contra no se hicieron esperar, al acusar que el republicano buscar provocar racismo hacia los mexicanos.
Hasta el momento, el anuncio, que acumula más de 300,000 visitas en Twitter, comienza con Vance preguntando a los votantes: “¿Eres racista? ¿Odias a los mexicanos?”, antes de lanzarse a criticar la política migratoria del presidente Joe Biden.
“La frontera abierta de Joe Biden está matando a los habitantes de Ohio, con más drogas ilegales y más votantes demócratas llegando a este país”, continuó.
Agregó que el problema es “personal”, refiriéndose a la lucha de su madre contra la adicción. El tema de las drogas ilegales es un tema clave en Ohio, uno de los estados más golpeados por la epidemia de opiáceos.
Como era de esperarse, varios republicanos mostraron su respaldo, incluso el exasesor de campaña de Donald Trump, Steve Cortés, escribió: “Un mensaje fantástico del guerrero de America First @JDVance1. No presten atención a las difamaciones de la izquierda y sus aliados cómplices de los medios. ¡Tenemos un país que salvar!”.
Pese a ello, el periodista Matt Tullis no solo criticó el discurso racista de Vance, sino que desmintió el principal argumento de su tesis, donde culpa a los mexicanos de la adicción de su madre.
Tullis reveló que la mujer era adicta al OxyContin, un potente analgésico que se vende en los Estados Unidos sólo por prescripción, su abuso es comparado al de la cocaína y la metanfetamina, creando una fuerte dependencia psicológica o física.
Sin embargo, la sustancia no es traficada desde México, sino producida por compañía farmacéutica privada estadounidense Purdue Pharma y “recetada por médicos indudablemente blancos en Appalachia (Virginia)”, como destacó.