En la Casa Blanca
La frontera Estados Unidos- México, no sólo es una división compartida entre estos países, es una frontera que se comparte con todo el mundo. Cifras de Naciones Unidas indican que más de 82 millones de personas fueron desplazadas de sus países por diversas formas de violencia y pobreza, a esta cifra se suman los refugiados por la guerra de Ucrania.
El Migrante, un proyecto humanitario que proporciona valiosa información a los migrantes en México, relata a Los
Angeles Times las razones que los impulsaron a dejar su país, cuáles son sus metas y lo que necesitan saber para ayudarlos a permanecer a salvo y encontrar algo de estabilidad.
El proyecto verifica la información sobre temas importantes que afectan a los migrantes tales como derechos legales, vivienda y salud pública; en promedio, en un mes logran ayudar a unos 40 mil migrantes incluyendo a mexicanos. Lo que se ha logrado entender a través de este servicio es que la frontera sur de Estados Unidos no se comparte solamente con México, se comparte con todo el mundo.
Si hay un problema en alguna parte del planeta, los habitantes de esa región pronto llegarán a la frontera Estados Unidos-México. En los cuatro meses que lleva la guerra en Ucrania, cerca de 6,400 rusos y más de mil ucranianos fueron detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Estos migrantes del Este que lograron llegar a esta frontera, comparten tips en Youtube y en Telegram de cómo volar hasta México y adquirir un auto usado para intentar cruzar la frontera manejando.
A lo largo de esta frontera México-Estados Unidos hay migrantes procedentes de Afganistán, Siria, China, Eritrea y varios países más. En Tijuana, se encuentra un café que es centro de reunión de migrantes, allí se entrevistó a un grupo de personas de Camerún que huyeron de la persecución religiosa, primero tomaron un vuelo a Brasil y de ahí continuaron a pie por la selva hasta llegar a Colombia y Panamá para continuar su camino a México. También se encontraron con haitianos y familias mexicanas que dejaron sus hogares por la violencia del narco en Michoacán y Guerrero.
Más de 82 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas de sus hogares de acuerdo a Naciones Unidas, y la guerra de Ucrania ha provocado que este número aumente. Una de las primeras súplicas que emite un migrantes es “ayúdame a salir de este laberinto”, muchos aseguran que nunca quisieron dejar sus casas, pero no podían soportar más la violencia y la pobreza de su país.
Por estas razones, Estados Unidos necesita un sistema de migración con un enfoque más humanitario, esto no quiere decir que todas las peticiones de asilo sean aceptadas, pero por lo menos que los casos sean analizados con rapidez para evitar que estas personas permanezcan en condiciones peligrosas en la frontera de México.
La política de “permanecer en México” es vista como una forma de bloquear la entrada de migrantes, sin embargo, esto de ninguna manera los detiene en su intento. Estas personas tienen razones de peso para atravesar el mundo en condiciones lamentables, para llegar a una frontera que probablemente les negará la entrada legal.