En la Casa Blanca
En Estados Unidos, 393 millones de armas están en manos de civiles estadounidenses, de ahí que este país ocupa el primer lugar a nivel mundial en posesión de armas legales e ilegales en manos de ciudadanos. A la vez, este país registra también el número más elevado de tiroteos masivos que cualquier otra nación, hasta abril del 2022 van 134 tiroteos registrados, y marzo de fue el mes más sangriento con 9 tiroteos, en tan solo un fin de semana. Y sigue la cuenta…
A finales de 2017, hubo 1, 013 millones de armas de fuego en 230 países del mundo. De este
armamento, el 84.6% estaba en manos civiles, es decir 857 millones de armas. De este total, el 45.8% equivalentes a 393.3 millones de armas corresponden a Estados Unidos, lo que lo posiciona con el nivel per cápita más alto de armas letales por persona en todo el orbe.
Según el organismo Small Armas Survey, en 2007 en Estados Unidos había 89 armas por cada 100 habitantes, para 2017 se elevó a 120.5 armas por cada 100 civiles.
Además de las armas, en Estados Unidos hay más tiroteos masivos que en otros países. El número

de hechos va en aumento cada año, de acuerdo al portal de Gun Violence Archive, en 2019 hubo 417 tiroteos. Para 2020, los tiroteos aumentaron a 611, para 2021 la cifra llegó hasta 693. En marzo de 2022, hubo 107 tiroteos, pero la actualización al 16 de abril, arrojó 134 hechos con 5 muertos, un aumento de 27 tiroteos en un mes, casi uno diario en todo el país.
Abril tuvo dos sucesos. El martes 12 en el metro de Brooklyn, Nueva York, tuvo un saldo de 10 heridos y 13 lesionados por las inhalaciones de humo, caídas o ataques de pánico. El autor, Frank James, quien tiene un historial de arrestos desde los años 90, atacó con una pistola Glock 17 de 9 milímetros, portaba tres cargadores, un hacha y la bomba de humo. Y el sábado 16 de abril, en un centro comercial en Columbia, Carolina del Norte, se registró otro tiroteo con 14 heridos, con éste la cifra se eleva a 134 tiroteos hasta el 16 de abril del presente año.
Respecto a marzo, el fin de semana del 18, 19 y 20 fue el más sangriento de 2022 pues se dieron 9 tiroteos que dejaron 8 muertos y 60 heridos. De acuerdo a la organización Gun Violence Archive, el primer ataque se dio en una exhibición de autos en la ciudad de Dumas, Arkansas con un saldo de un muerto y 27 heridos, entre ellos seis niños.
En New Iberia, Luisiana, el viernes 18 se registró un tiroteo desde un vehículo, hubo 5 personas heridas, entre ellas un bebé de 7 meses.
Norfolk, Virginia, hubo dos personas muertas y tres heridos en un tiroteo afuera de un restaurante en la zona del centro.
Madison Heights, Virginia, 19 de marzo, tiroteo con un deceso y cuatro heridos, entre ellos un niño de 16 años.
Texas, tuvo un fin de semana sangriento con 3 tiroteos, todos el sábado 19 de marzo. En Houston, la ciudad más poblada de este estado, el tiroteo causó 1 muerto y 3 adolescentes heridos. En Dallas, resultaron 10 heridos, no hay cifras de muertos. En Austin, en el festival SXSW el saldo fue de 4 heridos.
Fayetteville, Carolina del Norte, el incidente causó 3 personas heridas y otras tres resultaron muertas.
Milwaukee, Wisconsin, en la madrugada del domingo 20 de marzo, el tiroteo arrojó 4 heridos.
El problema es grave, pero abordar el control de armas en Estados Unidos resulta ser controversial pues la propiedad de armas es un derecho garantizado por la Segunda Enmienda: “siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”. Si bien estas palabras garantizan un derecho, también le da entrada a la peor pesadilla norteamericana: la violencia irracional ocasionada por las armas de fuego.
Para combatir los delitos con armas de fuego, el presidente Biden anunció este 11 de abril un decreto en que establece que las “armas fantasmas” contarán con los mismos registros que se aplican a las armas convencionales. En el acto realizado en la Casa Blanca, explicó que es partidario de la Segunda Enmienda, aunque se lanzó directo contra el lobby de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) que calificó la medida regulatoria como “extrema”.
“No es extremo, es sentido común” respondió el presidente. La idea es que, ningún terrorista pueda adquirir un arma de este tipo, explicó Biden sobre un tema que se perfila para convertirse en uno de los más importantes, después de la inflación, con miras a las elecciones de noviembre próximo.
Y es que el asunto de las armas “hechizas” o “fantasma” es que se adquieren fácilmente en el mercado pues son ensambladas a partir de kits (con piezas sueltas) en venta en tiendas de armas o en línea, y que se arman en 30 minutos como si fuera una manualidad.
Hasta ahora, los compradores no estaban obligados a proporcionar sus datos para el registro. Por eso no hay base de datos de compradores ni de armas porque carecen de número de serie. En esta categoría de “armas fantasmas” se incluyen los rifles, en especial los de asalto que también aparecen en las ventas por línea.
En 2021, de acuerdo a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos, se reportaron 20 mil casos con violencia en donde surgió un arma fantasma. Esta cifra aumentó 10 veces en relación a 2016, diez veces en cinco años.
Los “mercaderes de la muerte”
El decreto, conocido como Iniciativa de Ley contra las Armas Fantasma, establece que es ilegal para cualquier negocio fabricar estos kits sin número de serie. No se venderá ningún arma sin registro. El presidente Biden explicó la estrategia contemplada en el decreto:
Primero, la ley va tras los vendedores de armas ilegales, los “mercaderes de la muerte” les llamó el

presidente. La última información sobre ellos es de hace 20 años y en ella consta que el 5% de los vendedores de armas son los responsables de vender el 90% de armas ilegales encontradas en las escenas de crimen.
Segundo, atacar el tráfico ilegal de armas. El Departamento de Justicia ya aplica medidas fiscales contra el tráfico de armas, incluyendo el llamado “ducto de Acero” que lleva armas desde las tiendas de Georgia a las escenas del crimen por toda la Costa Este.
Tercero, se aplicarán estrategias para reducir el crimen a mano armada: para reforzar la policía, se destinó 350 millones de dólares a través del Plan de Rescate Americano, esto para contratar más policías para vigilancia comunitaria, pagar tiempo extra, adquirir tecnología para combatir el crimen y reducir la violencia a mano armada. ¡Tienen el dinero, gástenlo!!!, dijo el mandatario.
Cuarto, hay financiamiento para ofrecer trabajo y entrenamiento a los jóvenes, programas de verano, tratamiento de desintoxicación, salud mental, disponibilidad de vivienda, reforma de la justicia criminal y apoyo a las personas que se reintegran después de salir de la cárcel.
Y para que todo esto funcione, señaló Biden, es necesario que el Congreso autorice el Registro de Antecedentes Universal. Esto generará controversia, dijo, “pensarán que deseo quitarles las armas de las manos, pero el Registro Universal es fundamental, hay que eliminar la inmunidad de los fabricantes de armas, que asuman su responsabilidad. Es el único grupo que es inmune en el país”.