En la Casa Blanca
La Lucha contra la corrupción se establece como el “interés central” para la seguridad nacional de los Estados Unidos. La corrupción proporciona a los líderes autoritarios un medio para socavar las democracias en todo el mundo, (este lastre) menoscaba la confianza del gobierno, corroe la confianza pública, contribuye a la fragilidad nacional, al extremismo y la migración señala un memorando de Seguridad Nacional de los Estados Unidos firmado por el presidente Joe Biden.
De acuerdo al documento, los costos de la corrupción consumen entre 2 y 5% del PIB mundial. El abuso del poder para beneficio privado, la apropiación indebida de bienes públicos, sobornos y otras formas de corrupción afecta a todos los países del mundo. Empresas ficticias, sistemas financieros opacos y proveedores de servicios profesionales permiten el movimiento y lavado de dinero ilícito tanto en Estados Unidos como en las democracias basadas en el estado de derecho.
Biden pide al Congreso combatir todas las formas de financiación ilícita en Estados Unidos y en los sistemas
financieros internacionales, reducir el secreto bancario extraterritorial. Exigir responsabilidad a individuos corruptos y a las organizaciones delictivas transnacionales, así como a sus socios que les ayudan a lavar dinero. El documento fue emitido en junio de 2021, y el presidente dio un plazo de 200 días para presentar estrategias concretas de trabajo a las agencias de inteligencia, seguridad nacional, Tesoro y Hacendarias, entre otras. Y ese plazo ya se cumplió.
El documento resalta la importancia de la cooperación con otros países para atacar la corrupción por parte de líderes extranjeros. En este contexto, se dieron las advertencias de Anne Milgram de la Administración Federal Antidrogas (DEA): “a todo líder extranjero que abusa corruptamente de su poder para apoyar a los carteles d la droga…si aceptas (su) dinero para tus elecciones…si crees que puedes esconderte detrás del poder de tu posición, estás equivocado”, ruda la advertencia, y para cerrar “la DEA no se detendrá ante nada para hacerte responsable de tus crímenes”, solo faltó el “vamos por ti”.
El 21 de abril, la administradora de la DEA ofreció una conferencia de prensa para informar sobre la extradición del ex presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández por sus vínculos con el narcotráfico.
Allí, ante ese auditorio Milgram lanzó la advertencia: “Este caso debe enviar un claro mensaje a todo líder extranjero que abusa corruptamente de su poder para apoyar a los carteles de la droga. Si aceptas dinero de la droga para tus elecciones, si aceptas sobornos de carteles de la droga, si traficas con drogas mortales, si proteges a los carteles criminales de la droga, si conviertes el poder del estado en una máquina violenta de tráfico de drogas, si permites la violencia y el asesinato a manos de los carteles, entonces la DEA no se detendrá ante nada para hacerte responsable de tus crímenes. Si crees que puedes esconderte detrás del poder de tu posición, estás equivocado”.
Una advertencia que va en serio, considerando el memorando presidencial. En el video, Milgram no se veía contenta, tampoco estaba bromeando, algo le hace suponer que las cosas andan mal en el hemisferio. Y la primera aclaración le llegó de México pues el 19 de abril pasado, el gobierno mexicano cerró de manera oficial las oficinas de las unidades de élite que trabajaban en conjunto con la DEA. Esta decisión fue considerada como un duro revés a la cooperación bilateral en materia de seguridad. Fue la “novatada” mexicana para Milgram, o un cobro de factura por el general Cienfuegos, el problema es que la jefa de la DEA no es novata.
Anne Milgran fue fiscal federal en Nueva York, una de las plazas más complicadas por la violencia, tráfico de drogas y armas. La ex fiscal asumió la dirección de la DEA en junio de 2021 y por tanto se hace cargo del combate nacional e internacional contra el trasiego de drogas en su país, justo toma las riendas de la DEA cuando Estados Unidos padece una de las peores crisis por consumo de opiáceos y drogas sintéticas combinadas con fentanilo y sus derivados.
Entre sus tareas está la de llevar a cabo una excelente cooperación con el gobierno mexicano, pues por México pasa y se produce el 90% de la droga que se consume en Estados Unidos. Nada más que esta importante tarea ya quedó en el aíre.
La unidad antinarcóticos mexicana, era uno de los grupos de investigaciones especiales (SIU por sus siglas en inglés) que operan en 15 países y que los funcionarios de la DEA consideran de suma importancia para desmantelar las poderosas redes de contrabando y seguir la pista a capos de la droga en todo el mundo. Las SIU reciben entrenamiento por parte de la DEA, pero están bajo el control de los gobiernos nacionales, de acuerdo a la agencia Reuters.
En México, los más de 50 oficiales de esta unidad especial eran considerados entre los mejores del país, trabajaron en la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016. Hoy cerraron su oficina y los acusaron de estar infiltrados por el crimen organizado. Probablemente el asunto del General Salvador Cienfuegos fue una investigación imperdonable, el grupo élite mexicano pagó la factura, la DEA y POTUS tomaron nota, hay que esperar lo que sigue, el memorando va en serio.