En la Casa Blanca
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional recibió la mayor descarga de adrenalina republicana, al ser cuestionado por los republicanos del Comité Judicial de la Cámara de Representantes sobre el espinoso tema de la migración y la frontera, que ya dejaron “abierta” los demócratas con sus políticas fallidas. El secretario fue blanco hasta de señalamientos racistas dado el origen cubano de su familia. Un desborde de paranoia, histeria y xenofobia aderezadas con mentiras, hicieron ver a unos republicanos desquiciados ante la impotencia de ofrecer argumentos de calidad.
Al tomar su turno, cada uno de los republicanos que le tiró una de sus preguntas, la aderezaba con acusaciones
infundadas señalando a Mayorkas como el secretario que “intencionalmente” estaba borrando la frontera. Además, le describían los escenarios repletos de criminales, asaltando por todos lados, amenazando a las buenas personas e incluso hasta proliferando amenazas como buenos “terroristas”.
Las demócratas Pramila Jayapal (D-Washington) y Val Demings (D- Florida) respondieron que sus contrapartes sólo estaban buscando “atacar y convertir a los inmigrantes en chivos expiatorios” de los problemas de violencia en Estados Unidos.
Ante la débil defensa demócrata, los republicanos la emprendieron contra Mayorkas pero a modo personal, le dijeron que, cuando los migrantes ilegales crucen la frontera obviamente gritarán su nombre enalteciéndolo como héroe. Y arremetieron con más fuerza al tocar el tema de las drogas, acusándolo de “permitir” la entrada de opioides a Estados Unidos y ser el “responsable” de que miles de niños y niñas sean vendidos en la prostitución. Ken Buck (R- Colo) advirtió que sería recordado como un “traidor al país”.
Luego, en un increíble insulto a Mayorkas, Ken Buck le espetó: “ningún padre con el apellido Arnold nombra a sus hijos Benedict (en referencia al desertor del ejército británico) ¿Qué haría la familia Mayorkas en el futuro? (preguntando si le pondrían su nombre a alguno de sus hijos). Cabe señalar que además de tildarlo de traidor, el apellido Mayorkas es de origen judío sefardí, lo cual se consideró en ese momento un ataque personal y hasta racial. Típico de la patética histeria republicana. “Es tan profundamente ofensivo, en tantos niveles…en tantos aspectos. No le pediré una disculpa” le contestó Mayorkas.
Luego pasaron al punto de la estadística, en donde sacaron un informe de Texas que indica que entre 2011 y 2021 ingresaron a las cárceles de Texas 356 mil extranjeros criminales, de los cuales 243 mil eran ilegales. Sin embargo, un análisis de los datos del Departamento de Seguridad de más baja que para los estadounidenses nativos en 2018. No hay correlación entre migración ilegal y criminalidad.
Mientras tanto, en Texas el fiscal general del estado Ken Paxton, presentó su demanda número 11 contra la administración Biden, en ella le pide a un juez que bloquee el plan de asilo que reduciría el tiempo de espera de la decisión final de un plazo de 5 años a seis meses. Paxton señala que hay que evitar que los oficiales de asilo sean los que decidan si conceden o no ese asilo a los migrantes, en lugar de los jueces de migración. Este nuevo plan entraría en vigencia el 31 de mayo, lo que alteraría “todo el sistema de adjudicación en beneficio de los extranjeros”, dice Paxton en su demanda.