En la Casa Blanca
sobre todo contra su hijo Hunter Biden
Ya le dicen la Marie Poppins de la desinformación
El presidente Joe Biden nombra a su “Ministra de la Verdad”, Nina Jankowicz, quien estará a cargo de la nueva agencia encargada de desplegar la tarea de “desinformación” de toda esa información equivocada, errónea, mentirosa y mal intencionada que proviene de los adversarios republicanos, y empresarios que lo quieren perjudicar y que se perfilan como enemigos de la seguridad nacional de su país, se trata de la nueva Junta de Gobierno de Desinformación, que arrancará esas “fake news” para sustituirlas por las oficiales “fake news”.
El papel de la nueva funcionaria, que ocupaba cargo de embajadora, será similar a la que tiene los miércoles Ana Elizabeth García Vilchis en el requipo de comunicación social de Palacio nacional, bajo el mando de Jesús Ramírez Cuevas, y tiene la función de denunciar todos los miércoles los sesgos informativos en declaraciones, columnas y artículos. Y la primera tarea de la Ministra de la Verdad es defender al hijo de Biden, Hunter, involucraron en severos casos de corrupción con China y Ucrania.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de la administración Biden anunció en estos días el lanzamiento de una Junta de Gobierno de Desinformación para combatir la “desinformación”, este nuevo “ministerio de la verdad” estará bajo la tutela de Alejandro Mayorkas, a quien los republicanos se le fueron encima acusándolo de ser uno de los principales responsables de la mayor crisis migratoria en la frontera sur, un funcionario que admite en privado que efectivamente sí es una crisis bastante grave.
Pero directamente a cargo de este “Comité de Información Pública” o ministerio de la verdad (a manera del Big Brother Orweliano) estará Nina Jankowicz quien se define a sí misma “una becaria de la desiformación” y una experta rusa en la materia, de acuerdo al portal The Hill.
Este nombramiento viene al caso porque los republicanos traen entre manos el tema de la computadora de Hunter Biden y sus negocios en los que, aparentemente está involucrado Joe Biden como senador y luego como vicepresidente. Este asunto fue calificado por la izquierda y algunos medios de comunicación como “desinformación rusa” justo en las semanas previas a las elecciones de 2020.
En ese entonces, Nina Jankowicz dijo al respecto “deberíamos verlo como un producto de la campaña de Trump…los correos electrónicos (de la compu de Hunter) no necesitan ser alterados para ser parte de una campaña de influencia. Los votantes merecen (conocer) ese contexto, no un cuento (de hadas) sobre un taller de reparación de computadoras portátiles”.

Sin embargo, esa bendita computadora se está convirtiendo en un verdadero infierno para los Biden. Tanto el New York Times como el Washington Post ya confirmaron que el contenido de esa computadora portátil en realidad sí pertenecen a Hunter Biden. Jankowicz habrá de utilizar lo mejor de su ingenio, experiencia y profesionalismo en “desinformación rusa” para sacar a los Biden del aprieto, y lo más importante, evitar el mayor descalabro político para los demócratas. Buen reto le espera, y sobre todo si le ayuda un Mayorkas vapuleado y desacreditado por la bancada republicana.
¿Qué van a investigar los republicanos?
Los republicanos del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes ya tienen bien armadas las bases para una investigación que se pondrá en marcha si el partido Republicano logra arrebatar a los demócratas el control del Congreso en noviembre próximo.
De acuerdo al New York Post, la lista de los asuntos a investigar son los negocios de Hunter Biden, hijo del presidente, en los cuales se involucró el Banco de China controlado por el estado y otras compañías relacionadas con el gobierno chino, de escarbarle bien al tema, habrá repercusiones en la seguridad nacional norteamericana. Los republicanos quieren saber si Joe Biden obtuvo beneficios financieros de esta relación comercial. Esta línea de indagación promete y mucho.
En octubre de 2020, el socio comercial de Hunter Biden, Tony Bobulinski señaló que Joe Biden era quien se llevaba el 10% de las ganancias potenciales de una empresa (en manos de Hunter) que tenía negocios con el conglomerado CEFC China Energy.
Otro campo de investigación son las ganancias de Hunter Biden cuando su padre era senador y vicepresidente, en ese tiempo se le pagó hasta 83 mil dólares al mes para sentarse en la junta directiva de la compañía ucraniana de gas natural. También la controvertida carrera de pintor de Hunter, cuyas obras se ofrecieron en venta en 2021 a precios muy elevados, alrededor de 500 mil dólares cada cuadro, con lo que se plantea el caso de tráfico de influencias. Trump ha mencionado en varias ocasiones el “negocillo” de las pinturas de Hunter.
Los temas que los republicanos quieren investigar en el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes son:
-Negocios sospechosos de Hunter Biden con ciudadanos extranjeros en países opuestos a los intereses de Estados Unidos y los efectos en los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
-La ganancia financiera potencial de Joe Biden y su papel en facilitar los negocios de Hunter Biden.
-Hunter Biden se beneficia durante el tiempo de Joe Biden como senador y vicepresidente.
-La recién descubierta carrera de Hunter Biden como artista y el acuerdo secreto de la Casa Blanca que protege las identidades de las personas que compran el arte de Hunter Biden.
-La censura de Big Tech de un artículo del New York Post de octubre de 2020 sobre la computadora portátil de Hunter Biden.
Uno de los asuntos que promete ser otro escándalo es el “castigo” por parte de Twitter y Facebook contra The Post por haber publicado una serie de artículos relacionados con los correos electrónicos de Hunter Biden en octubre de 2020. El nuevo propietario de Twitter, Elon Musk calificó estas acciones de “increíblemente inapropiados”.
Jim Jordan (Rep.-Ohio) dijo estar “preocupado” por la carta abierta firmada por 51 ex funcionarios de inteligencia de Estados Unidos, donde señalaron que, la publicación de los correos electrónicos, tenían toda “las marcas clásicas de una operación de información rusa”. Esa carta, dijo Jordan, se convierte en un testimonio de la colusión que hubo entre las big tech, los grandes medios y los demócratas a fin de mantener oculta esta historia durante el período previo a las elecciones más importantes.
En una carta de finales de abril del presente, James Comer (Rep.-Kentucky) el miembro de mayor rango del comité de la Cámara de Representantes y 14 colegas más, pidieron al expresidente de Rosemont Seneca Partners, Erin Schwerin que entregara el registro de todas sus comunicaciones relacionadas con los Biden desde 2009, cuando Joe Biden asumió la vicepresidencia, y una lista de las posiciones de Schwerin en las compañías familiares de Biden.
En fin, Jankowicz tiene la empresa bastante difícil, en la práctica tiene que batallar con el ejército republicano que ya está disfrutando la guerra que se viene. La investigación viene en grande y muy en serio a fin de afectar directamente a los demócratas desde ya, y rumbo a las elecciones de noviembre y en las presidenciales de 2024.