Falsificación y desinformación
El pasado 3 de mayo se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, bajo ese entorno, António Guterre, Secretario General de las Naciones Unidas, recordó que, pese al papel clave de los periodistas en una sociedad informada, su libertad sufre amenazas día tras día y que éstas se ha multiplicado con el crecimiento de las plataformas digitales.
“La tecnología digital ha democratizado el acceso a la información. Pero también ha creado graves desafíos”,
apuntó Guterres, y explicó que los modelos de negocio de muchas plataformas de medios sociales no se basan en aumentar el acceso a la información precisa, sino en aumentar la implicación de los usuarios, “lo que con frecuencia significa provocar indignación y difundir mentiras”.
“Los trabajadores de los medios de comunicación en zonas de guerra no solo están amenazados por las bombas y las balas, sino también por las armas de falsificación y desinformación que acompañan a la guerra moderna”, sostuvo.
El periodismo, en peligro
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la vigilancia y la piratería informática están poniendo en peligro al periodismo a un grado tal que ha orillado a los expertos de la ONU en derechos humanos a pedir una moratoria mundial temporal en la venta y transferencia de tecnología de vigilancia.
La UNESCO afirmó que la creciente sofisticación e indetectabilidad de los programas maliciosos y espías y su creciente uso contra periodistas y personas defensoras de los derechos humanos por parte de actores estatales y no estatales ponen en peligro el periodismo libre e independiente.
Esta vigilancia puede poner al descubierto la información recopilada por los periodistas, incluida la de los denunciantes, y viola el principio de protección de las fuentes, que se considera un requisito previo para la libertad de los medios de comunicación y está consagrado en las resoluciones de la ONU.
La vigilancia también puede perjudicar la seguridad de los periodistas al revelar información privada sensible que podría ser utilizada para acosarlos judicialmente o atacarlos arbitrariamente.
El libre ejercicio del periodismo es amenazado también por el monitoreo de los movimientos de los periodistas por medio de la inteligencia artificial y el troleo de informadores mediante la extracción de datos y los ataques automatizados.
Además, la reducción de costos de esta tecnología ha permitido la ampliación, desproporción y duración de la vigilancia ilegítima por actores gubernamentales o privados sin que los periodistas o sus fuentes se den cuenta o puedan defenderse.
Abusos contra periodistas
António Guterres señaló que los periodistas pueden ser atacados por representar al enemigo, o acusados de espionaje, detenidos o asesinados, sencillamente por hacer su trabajo.
“La tecnología digital también facilita mucho más la censura ya que los periodista y directores de medios de todo el mundo corren el riesgo constante de que sus programas y reportajes sean retirados de las redes”, acotó.
Según la UNESCO, más del 83% de la población mundial vive en un país donde la libertad de prensa ha disminuido en los últimos cinco años.
El titular de la ONU agregó que la tecnología digital crea nuevos cauces para la opresión y el abuso, y recalcó que las mujeres periodistas están especialmente expuestas al acoso y la violencia en línea.
Sociedades manipuladas
Consideró que aunque los métodos y las herramientas cambien, el objetivo de desacreditar a los medios de comunicación y encubrir la verdad sigue siendo el mismo de siempre, al igual que es el resultado: “personas y sociedades son incapaces de distinguir la realidad de la ficción y que pueden ser manipuladas de forma espeluznante”.
Con respecto a esto, la UNESCO ha advertido que la creciente dependencia de los servicios digitales implica que los ciudadanos a menudo compartan, sin saberlo, información y datos privados a cambio de servicios gratuitos. Estos dejan una “huella digital” que puede ser analizada en tiempo real o a posteriori por agentes hostiles e ilegítimos. Además, los datos que poseen las empresas de internet y de cibervigilancia sobre la vida personal a menudo pueden ser obtenidos por las autoridades sin cumplir con el debido proceso o la transparencia.
Este uso ilegítimo y malicioso de los datos de las personas allana el camino para la diseminación de información falsa y desacreditación del trabajo periodístico.
Sin libertad de prensa no hay libertad de otro tipo
“Sin libertad de prensa, no hay verdaderas sociedades democráticas. Sin libertad de prensa, no hay libertad”, enfatizó el Secretario General y reiteró el apoyo de la ONU a los periodista y a su labor, llamando a los gobiernos, organizaciones de medios y empresas tecnológicas a sumarse a esta postura.
La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, coincidió con António Guterres, comentando que “todos debemos poner más de nuestra parte para afrontar los riesgos y aprovechar las oportunidades que surgen en la era digital”.
Derechos humanos
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se unió a estos pronunciamientos y reiteró que el trabajo de los periodistas ayuda a sentar las bases de algunas de las garantías fundamentales que todas las personas deberían disfrutar, como la libertad de opinión, de información y de expresión.
Bachelet lamentó que, no obstante su labor crucial, los periodistas continúan operando bajo una grave amenaza.
“Ya sea en zonas de conflicto, en países con espacio cívico restringido o altos niveles de crimen organizado, e incluso en los llamados espacios seguros y democráticos, su seguridad está cada vez más en riesgo”, alertó.
En este renglón, citó las 293 detenciones y 55 muertes de periodistas ocurridas el año pasado, recalcando que el 87% de los asesinatos cometidos desde 2006 siguen sin resolverse.
Detalló que en México, el año pasado fueron asesinados ocho periodistas y dos más desaparecieron. “Y este año, seis periodistas y un trabajador más de los medios han sido asesinados”, añadió.
Bachelet refirió que en Ucrania va en aumento la desinformación y propaganda en el contexto de la guerra y que doce periodistas han sido asesinados.
Software espía
En cuanto a la amenaza de la vigilancia para el trabajo de los periodistas, indicó que el uso creciente de herramientas de vigilancia, como el software espía Pegasus o Candiru, se entromete profundamente en los dispositivos y la vida de las personas.
Según los datos de Bachelet, el software espía Pegasus se utiliza en al menos 45 países, a menudo en total secreto y fuera de cualquier marco legal.
“Tales herramientas son una afrenta al derecho a la privacidad y una obstrucción a la libertad de expresión”, afirmó, aludiendo al uso de spyware que ha propiciado detenciones, intimidaciones e incluso asesinatos de periodistas. “Ha puesto en peligro sus fuentes. Ha puesto en riesgo a sus familias”, insistió.
Bachelet deploró que para contrarrestar estos riesgos, los periodistas a menudo deban autocensurarse.
“Los métodos de vigilancia nuevos y en rápida evolución plantean una serie de riesgos y desafíos. Pero debemos recordar que tenemos un fundamento legal para responder a ellos”, apeló la Alta Comisionada.