Estados Unidos anunció la creación de un “observatorio de conflictos” – Conflict Watch-, inicialmente dotado con seis millones de dólares, para “recolectar, analizar y compartir ampliamente evidencia de crímenes de guerra” que atribuye a Rusia en su invasión a Ucrania. El Departamento de la Unión Americana precisó que tienen como objetivo, “preservar la información” pública o los datos de los satélites comerciales de acuerdo con los “estándares internacionales”, para que puedan alimentar cualquier procedimiento destinado a responsabilizar a los responsables de “atrocidades”. El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de “criminal de guerra” y “carnicero”, y denunció que Moscú estaba perpetrando un “genocidio” en Ucrania tras las denuncias de matanzas generalizadas de civiles en la ciudad de Bucha.