A Ron DeSantis, el gobernador de Florida quien aún no se atreve a anunciar su candidatura para las elecciones presidenciales de 2024, le va mal en las encuestas y le “llueve sobre mojado” con Trump, pues el expresidente se divierte colocándole adjetivos como “albóndiga” (meatball), “Ron DeSanctimonious”, “peluquero” para luego calificarlo de desleal y partidario de los recortes sociales. Y no conforme con eso, sus correligionarios de partido también le avientan dardos por llamar a la invasión rusa de Ucrania “disputa territorial”.
Hace unos días, DeSantis declaró que defender a Ucrania contra la invasión rusa “no era un interés vital para los Estados Unidos”, lo que provocó un alejamiento por parte de los republicanos que apoyan una línea dura en política exterior, posición que se ha fortalecido en los últimos años y ha adquirido mayor fuerza a partir del ascenso de Donald Trump. Esta situación afectó a Ron DeSantis en sus niveles de aceptación, y le ha ido peor a partir de que el expresidente se puso a la ofensiva y que no ha desperdiciado la oportunidad para criticar a su principal adversario. En las últimas encuestas la posición de los dos políticos no cambió demasiado, un sondeo de CNN/SSRS señala que los electores que podrían participar en el proceso de nominación del partido Republicano en 2024, un 40% dice que apoyaría la candidatura de Donald Trump mientras que un 36% se inclina por el gobernador de Florida. De los otros candidatos como el ex vicepresidente Mike Pence o la exembajadora Nikki Haley, no alcanzan los dos dígitos en las encuestas, ambos registran un 6% de las preferencias.
Sin embargo, la encuesta de Morning Consult actualizada el 14 de marzo del presente, indica que Donal Trump mantiene una gran ventaja sobre Ron DeSantis pues el primero tiene el 52% de las preferencias contra el 28% del segundo. Mike Pence se encuentra en tercer lugar con 7%, Haley con 4% y Liz Cheney con 3%, el resto de los candidatos no levanta arriba del 1%. Y en un ejercicio comparativo frente a Biden, Morning Consult indica que el presidente Joe Biden aventaja tanto a Trump como a DeSantis en una hipotética contienda electoral de 2024. El actual mandatario obtiene el 47% de popularidad, Trump 43% y DeSantis 41%.
Por su parte, el New York Times indica que Ron DeSantis va para abajo en las encuestas. Nate Cohn en su entrega The Tilt realiza un análisis de los dos últimos meses en casi una docena de encuestas aplicadas en la carrera republicana. La tendencia que se observa es que al gobernador de Florida le va “peor que antes” y a Trump le va mejor. El 15 de enero del presente, ambos candidatos, en un mano a mano, están ubicados en casi un 48% de aceptación, pero después de esa fecha las cosas cambian y se abre una gran brecha entre los dos: Trump se coloca en un 52% de aceptación y DeSantis en un 40%. Y en una encuesta donde hay varios candidatos la situación empeora, las fechas son las mismas (15 de enero) Trump tiene 48 puntos de apoyo mientras que DeSantis cae a 28 puntos porcentuales.
De acuerdo a Cohn, las razones por las que DeSantis se ha deslizado en los sondeos pueden ser varias. Primero, el bache electoral de DeSantis se terminó, esto es, después de las elecciones de medio período el gobernador de Florida se benefició de la cobertura mediática a partir de su aplastante victoria en el estado, también influyó el papel de Trump y los pésimos resultados para su partido.
Segundo, Trump se puso a la ofensiva, a finales de enero el ex mandatario inició con sus ataques hacia el gobernador, lo criticó por su deslealtad y su desempeño en temas de Covid. En la red Truth Social, Trump publicó fotografías de su oponente con sus estudiantes de secundaria, aunque no lo acusó de manera directa, sus partidarios señalaron que DeSantis tenía una atracción sexual hacia los adolescentes en su etapa tardía (efebofilia). Trump solo dijo “Ese no es Ron, ¿verdad? ¡Nunca haría tal cosa!”. Por último, DeSantis se mantiene al margen, cuando Trump lo ataca, el gobernador no se defiende ni tampoco contraataca, peor aún, DeSantis todavía no se anima a declarar su candidatura. Cuál de éstas razones tiene más peso, es difícil saberlo, lo cierto es que el gobernador va perdiendo terreno y esta situación indica que su campaña enfrentará fuertes desafíos frente a Trump.
La principal duda que cualquiera tendría es por qué DeSantis no contesta los ataques de Trump, Cohn señala que tal vez su equipo y sus aliados no se consideran muy seguros para entrarle en este terreno con el expresidente. Sin embargo, sí ayudaría mucho explicar el por qué se evade la contestación y las razones del desacuerdo con Trump sobre el tema de Ucrania, asunto que lo apartó de sus compañeros republicanos. DeSantis ya debe muchas explicaciones y permitirle a Trump sus golpes bajos también conlleva sus riesgos, así lo muestran las encuestas.
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