Después de que Donald Trump anuncio presentarse en las elecciones presidenciales de 2024, ahora el presidente Joseph Biden pide una segunda oportunidad porque no ha terminado de salvar a su nación y por eso, y si la obtiene en 2024, iniciará la carrera del presidente más viejo en la historia de los Estados Unidos. La edad de Biden es la preocupación del 70% de los electores, pero un posible triunfo de Trump los une para evitar que éste llegue al poder y Biden lo sabe, por eso enfatiza los contrastes contra los extremistas MAGA “que se alinean para quitarles esas libertades fundamentales”. Y llega con apenas 41.3% de aprobación y 52.8% de desaprobación.
Lo que no ha quedado claro en el ambiente político de EU es si el temor al extremismo será suficiente para superar todas las dudas sobre la capacidad de Biden, como en elecciones anteriores ha sido la guerra o el terrorismo musulmán.
En el equipo de la Casa Blanca se sabe muy bien que el presidente se toma todo su tiempo para tomar una decisión importante, y esta tarda más cuando tiene que ver con sus planes personales, y por fin ya hizo el anuncio formal de su candidatura. Un segundo período de Biden levanta una serie de opiniones, unas en contra, señalando sus condiciones de salud, otras a favor indicando sus casi 50 años de experiencia en la vida política del país. Algunos ciudadanos se han percatado de los tropiezos físicos del presidente al caminar en actos oficiales. También han visto los errores verbales al momento de dar su discurso en el evento en cuestión. Les preocupa también la avanzada edad de Joe Biden, el estado de su salud, y les angustia que, en caso de que algo sucediera con el presidente, la que asumiría en la Oficina Oval es la vicepresidenta Kamala Harris, una opción que a una buena parte del electorado y los demócratas no les agrada y sí los angustia. Nadie piensa en ella como una opción, y sí temen que pueda llegar a ocupar la presidencia.
El caso es que a estas alturas los demócratas ya aceitaron la maquinaria y se preparan para recaudar fondos del Comité Nacional Demócrata, ya comenzaron a realizar las llamadas para invitar a los principales donantes a realizar eventos; otros ya tienen listo el sitio web de campaña para recibir las primeras donaciones, unos piensan que podrían llegar a los 2 mil millones de dólares. Y algunos más ya tienen sus planes para construir la campaña, recaudar más fondos y poner en marcha una serie de acciones para atacar a sus contrincantes republicanos cuando vayan ingresando al campo de batalla electoral. Aunque todavía la batalla electoral no se desata a todo lo que da, el único “impulso motivacional” que tienen los demócratas es que Joe Biden es el gallo más fuerte, no enfrenta ningún problema (todos se los han ocultado debajo de la alfombra), no hay todavía ningún demócrata ansioso que represente un desafío de peso para el presidente, y los demócratas esperan con paciencia, a que los proyectos de infraestructura, empleo, medicinas más baratas, etc., rindan sus primeros resultados a la par que inicia la campaña.
Otra de las esperanzas en el partido demócrata, es que el electorado valore el gran detalle que Biden le regaló a la nación: haberla salvado de una segunda presidencia de Donald Trump, prometió “salvar el alma de la nación” labor que todavía no completa y por eso pide una segunda oportunidad. Hoy que el republicano está en campaña para su tercera candidatura, se espera que el culebrón de problemas legales que arrastra logre impactar al momento de votar, es decir, el votante habrá que valorar si vale la pena seguir en el caos e incertidumbre que se vivirá en la Casa Blanca, en caso de que Trump gane la presidencia. ¿Cuál será la opción menos peor? Es probablemente la pregunta que se harán los ciudadanos al momento de llegar a las urnas. Aun así, el entusiasmo no prende en los demócratas. De acuerdo a una encuesta realizada por NBC News el domingo pasado, el 70% de los estadounidenses no quiere ver a Joe Biden en la boleta electoral, a diferencia del 26% que si quiere que se postule para 2024, sin embargo se unen ante la posibilidad de que Trump llegue al poder.
Entre los electores que no quieren un segundo mandato de Biden están los que se preocupan por los 80 años del presidente; el 69% cita la edad como una buena razón, y el 48% dice que la edad es “una razón muy importante”. Y peor, según esta encuesta el 41% de los estadounidenses planean votar por el presidente, mientras que Donald Trump se lleva el 47% del respaldo de los electores para este 2024. Sin embargo, pese a estos números, Biden sigue gozando de popularidad: el 38% tiene una opinión positiva del mandatario frente a un 48% que tiene una opinión negativa. No son excelentes números, pero al menos si superan la valoración que se hace de Trump: el 34% de los estadounidenses tiene una opinión positiva del líder MAGA mientras que un 53% tiene una opinión negativa del republicano. Ni hablar, Biden tiene más popularidad habrá que ver cómo se concreta en la votación del año que viene.
¿Será que el factor Trump como aglutinador sea suficiente? Que Biden es más viejo que Trump, pues sí lo es, tiene cuatro años más que el republicano. En un sondeo que realizó el Washington Post, los demócratas admitieron que, si bien no era su primera opción, Joe Biden podría ser la mejor apuesta para el momento actual, en contraste con un Partido Republicano que promueve la combatividad, la polaridad y el agravio entre la sociedad estadounidense. En este punto el Post plantea una pregunta ¿será suficiente el miedo al extremismo republicano para superar las ansiedades y preocupaciones sobre Biden? El presidente actual es el único que ha derrotado a Donald Trump, y muchos estadounidenses vieron en él a un político de transición que daría paso a una generación de líderes más joven. Pues para desencanto de todos, no fue así, no hubo rostros frescos, y los que han resuelto apuntarse para 2024 pues no despiertan el ánimo, aunque sí dan vida a las primarias demócratas.
Los demócratas que ya anunciaron su candidatura de manera formal son Marianne Williamson quien compitió contra Biden en 2020, y Robert F. Kennedy senador por Nueva York; los dos están entusiasmados pero sus correligionarios en el partido ya decidieron respaldar al viejo Joe Biden, darle una segunda oportunidad para ver si llega a la presidencia y termine de “salvar el alma de la nación”. Por lo pronto, ya comenzó la carrera del presidente más viejo en la historia de los Estados Unidos.
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