Ante la actual situación por la que atraviesa Estados Unidos con su política migratoria autoritaria y xenófoba, y tras recuperarse del declive de la pandemia por Covid 19, hay voces en ese país que recomiendan o se pronuncian a favor de dar empleo a más migrantes, debido a que en esa nación los norteamericanos, no desean trabajar el campo, hacer trabajos de limpieza o estar empleados en la industria de la construcción.
En la editorial del Washington Post, se advierte sobre la clara señal “Se solicita ayuda”.
También advierte que los Estados Unidos tienen 11 millones de ofertas laborales y alrededor de 6 millones de desempleados.
Aclara este texto que con la ayuda de más de 5 billones de dólares en asistencia gubernamental— y las empresas están tratando desesperadamente de contratar suficientes trabajadores para mantenerse al día con el aumento de la demanda de todo, desde planchas para waffles hasta automóviles.
Este desequilibrio le está dando a las y los trabajadores y buscadores de empleo un gran poder.
También aclara que hoy en día, los salarios están aumentando al ritmo más rápido en años anteriores, aunado a que los trabajadores están renunciando y encontrando nuevos trabajos a niveles récord.
En este sentido, el influyente tabloide estadounidense deja en claro que los empleados que cobran por hora en compañías como Starbucks y Amazon están formando sindicatos, y las empresas están ofreciendo flexibilidad y beneficios que habrían sido casi impensables antes de la pandemia. Anticipa que estas tendencias son bienvenidas.
Pero también sucede que la economía estadounidense sigue operando con una cantidad significativamente menor de trabajadores que antes de la pandemia.
Hay una tasa de participación de 62.4%
La tasa de participación de la fuerza laboral, que mide cuántos civiles de 16 años y más están trabajando o buscando empleo, está en 62.4 %, un punto porcentual completo menos en comparación a la cifra antes de la pandemia.
A su vez, gran parte de esta disminución se puede explicar por dos factores: un incremento en el número de estadounidenses que se jubilan y una caída drástica en la inmigración legal bajo el gobierno del presidente Donald Trump, que aún no se ha recuperado.
Por su parte, el presidente Biden insiste en que está haciendo todo lo posible para reducir la inflación y mantener fuerte la economía. Pero todavía le falta dar el paso obvio, y muy necesario, de arreglar el sistema de inmigración legal.
Finalmente, algunos legisladores republicanos le siguen apostando a la franca idea de evitar que México no sea el principal proveedor de mano de obra de buena calidad, sino a cerrar la frontera sur de Estados Unidos, aunque ellos mismos se estén dando en la nariz con la oferta laboral que tiene una nación de más de 260 millones de habitantes.
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