La audiencia de la presidenta del Congreso con el rey es un paso previo a la promesa que previsiblemente hará mañana Sánchez ante Felipe VI para tomar posesión de nuevo como presidente del Gobierno de España
Madrid (EFE).- Alrededor de 4,000 personas, según datos provisionales de la Delegación del Gobierno en Madrid, participan en la decimocuarta concentración junto a la sede federal del PSOE en la madrileña calle de Ferraz, que coincide con la jornada en la que Pedro Sánchez ha sido reelegido presidente del Gobierno.
La cifra facilitada este jueves por la Delegación del Gobierno en Madrid es muy superior a la ayer y de los últimos días en que se concentraron unas 1.200 personas de acuerdo con esa mismas fuente.
La protesta de ayer se inició antes de las 20 horas sin incidentes, aunque la tensión ha ido creciendo a medida que transcurría el tiempo con lanzamiento de bengalas y otros objetos contra los agentes, que han hecho advertencias a los participantes.

Sánchez prometerá su cargo ante el rey mañana a las 10.00 horas en la Zarzuela.
Entre los concentrados figuraba el dirigente de Vox Javier Ortega Smith, jaleado con gritos de “Ortega, Ortega”, y que en algunos momentos se ha situado en las primeras filas.
Además, los concentrados han quemados varias banderas esteladas, símbolo de los independentistas catalanes.
RADICALES EN PRIMERAS FILAS
Como en noches anteriores, a medida que transcurre la concentración los más radicales, algunos de ellos embozados, toman posiciones en las primeras filas.
Los concentrados han entonado los cánticos habituales, como “hay que quemar Ferraz” o “investidura, golpe y dictadura”, han cantado el himno de la división azul y han proferido insultos contra Pedro Sánchez, para el que algunos han llegado a pedir “la guillotina”, “el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la Policía, así como contra los periodistas que han cubierto la protesta.
PEDRO ASUME
Por su parte, el líder socialista español, Pedro Sánchez, revalidó ayer su cargo al frente del Gobierno de España gracias al apoyo fundamental de los partidos independentistas catalanes y afronta ahora una legislatura agitada en la que deberá cumplir con todos los pactos alcanzados también con otras formaciones de carácter nacionalista y regionalista.
Después de dos días de tenso debate parlamentario, Sánchez alcanzó los 179 votos previstos, tres más que la mayoría absoluta establecida (176), y cerró casi dos meses de negociaciones con el resto de los grupos parlamentarios que hoy le dieron su apoyo.
Un tiempo en el que la ley de amnistía para los secesionistas catalanes que participaron en el proceso independentista ilegal en esa región en 2017 estuvo muy presente en la actualidad española y ha sido motivo de polémica y de manifestaciones masivas desde hace semanas, algunas pacíficas y otras con altercados de jóvenes ultraderechistas con la Policía.
Será ahora el rey de España, Felipe VI, el que formalice el nombramiento de Sánchez como jefe del Ejecutivo, una vez que Armengol le comunique la decisión de la Cámara, que se prevé para hoy mismo.
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