En España formar gobierno es un ejercicio en el que, dados los resultados electorales que no otorgan una mayoría a un solo partido, se debe llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas, en decisiones que contemplan múltiples factores, como es el hecho de resolverlo lo antes posible, para no paralizar las labores de una administración pública, pero también tomando en cuenta que no se favorezca al adversario más cercano.
Todo esto se ha visto en el reciente anuncio en Castilla y León, mediante el cual –retomando la información del El Diario— “el presidente en funciones de esa región, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado un ‘acuerdo de legislatura’ sobre la base de ‘un programa al servicio de las personas’ que permita un ‘gobierno estable’. El pacto, que según fuentes de Vox es ‘de mínimos’, implica que entrarán a formar parte del Ejecutivo porque han obtenido ‘ni más ni menos que lo que tenía Ciudadanos’, que es la presidencia del Parlamento autonómico y una secretaría, la vicepresidencia de la Junta y tres personas más que formarían parte del Ejecutivo”.
Con esto, el Partido Popular (PP) cede espacios a la formación identificada con la ultraderecha, Vox, que gracias a esto empieza a tomar parte de una coalición de gobierno a pesar de que las negociaciones, por lo que se pudo ver en redes sociales, fueron complicadas.
El líder de Voz, Santiago Abascal, se quejaba el pasado 10 de marzo de que “es el PP quien debe explicar por qué se empeña en negar a VOX el trato que los electores le han dado en las urnas”.
Pero finalmente se llegó a un acuerdo que permite a Vox, a través de Carlos Pollán, presidir las cortes de dicha región, en un acuerdo que sorprendió hasta los mismos militantes del PP, pues aunque el partido se encuentra en una fase de renovación de su presidencia, el dirigente saliente Pablo Casado había declarado en una visita a París que “que su legado al frente del PP ha sido, no gobernar con la extrema derecha y luchar contra la corrupción”.
De acuerdo a El Diario, las reacciones en las demás fuerzas políticas no han sido positivas para el acuerdo. “Para Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, el pacto supondrá que ‘Castilla y León será la primera región europea gobernada por la extrema derecha’ gracias al ‘nuevo y moderado PP de Núñez Feijóo’. En la misma idea ha incidido Pablo Echenique, portavoz parlamentario de Unidas Podemos, que ha criticado que el ‘moderadísimo’ PP de Alberto Núñez Feijóo haya dicho ‘sí a a meter a la ultraderecha racista, homófoba y aliada de Putin en los gobiernos’”.
Núñez Feijóo aspira a presidir al PP en reemplazo de Pablo Casado.
Vox es señalado como una formación de ultraderecha por las posiciones que ha asumido respecto a la migración, así como en otros temas que contrastan con las que mantiene el partido del jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, en un contexto en el que se ha alertado el avance de este tipo de formaciones en Europa.
Cabe recordar la polémica reciente por la reunión de un grupo de diputados panistas en México con enviados de Vox, para la firma de una carta en contra del comunismo.