Pese a turbulencias, el AIFA opera
Por José Vilchis Guerrero
Pese a las turbulencias como algunos retrasos en la obra y 140 amparos de grupos de intereses creados que el presidente Andrés Manuel López Obrador no identificó, y que no están de acuerdo con la transformación que encabeza su gobierno, este lunes puso en marcha con 20 vuelos el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) del brazo de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, al filo de las 11.00 horas.
Llegar al AIFA genera polémica, y para facilitar el acceso fue ampliada la autopista México-Pachuca de 4 a 8 carriles; se avanza en la ampliación del Tren Suburbano de Buenavista hasta Lechería, que hará el traslado en 45 minutos del centro de la Ciudad de México, reportó Alfredo del Mazo Maza, gobernador del Estado de México, y detalló las obras para conectar el AIFA en coordinación con los gobiernos de la Ciudad de México e Hidalgo, cuyos mandatarios Claudia Sheinbaun y Omar Fayad refirieron su participación en la inauguración con miembros del gabinete y de las fuerzas armadas.
López Obrador destacó que a pesar de las resistencias, se concluyó la construcción de una de las obras insignia de su administración. “Se hizo a pesar de las resistencias de grupos de intereses creados, y también de quienes quisieran que nos fuera, inclusive que le fuera mal al país para que se pudiese evidenciar al gobierno que represento”, dijo.
Representó ajustar el presupuesto conforme a costos actualizados y sin embargo, confirmó el mandatario que no recurrió a créditos internacionales como tampoco para la compra de la refinería Deer Park ni para la construcción de la Olmeca, en Dos Bocas, ni para el Tren Maya, que se entregarán en tiempo y forma, igual que el AIFA, ofreció.
Los 140 amparos que se presentaron contra su construcción no fueron promovidos por organizaciones sociales o grupos de campesinos que se sintieran afectados, aclaró, sino por despachos que fueron contratados por representantes de grupos de intereses creados, sus opositores.
Asistieron empresarios que en su momento también criticaron la suspensión del aeropuerto en Texcoco, como el magnate Carlos Slim, del Grupo Carso, igual que el empresario hotelero Daniel Chávez, fundador de Grupo Vidanta, supervisor honorario del Tren Maya y que fue señalado por supuesto conflicto de intereses porque José Ramón López Beltrán trabajaba en una de las empresas del grupo que facilitó la renta de una casa en Houston.
A la conferencia de prensa en las modernas instalaciones estuvo también Andrés Conesa, ratificado director general de Aeroméxico, cuya empresa inauguró la central aérea con el vuelo AM 890 a las 6.53 horas con destino a Villahermosa, Tabasco, una de las dos rutas junto con Mérida.
Otros invitados: Cuitláhuac Gutiérrez, country manager de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés), y Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la misma organización, quienes pusieron en tela de juicio meses atrás la efectividad del AIFA como aeropuerto internacional frente al actual AICM. Y Emilio Azcárraga Milmo, presidente de Grupo Televisa, blanco frecuente de críticas de López Obrador.
Las preguntas en la conferencia matutina fueron sobre el AIFA, “aeropuerto de clase mundial”, así calificado por sus constructores en voz de Gustavo Vallejo Suárez, comandante del Agrupamiento de Ingenieros de Santa Lucía, y por los generales Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional e Isidoro Pastor Román, director general del AIFA, por lo que López Obrador omitió opinar sobre el conflicto entre Julio Sherer Ibarra, ex consejero jurídico presidencial; la senadora Olga Sánchez Cordero, ex secretaria de Gobernación y el fiscal Alejandro Gertz Manero, a los que acusó el primero de usar la justicia para su beneficio.