Por José Vilchis Guerrero
La fracción parlamentaria del PAN presentó un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría de Salud que convoque a un grupo de trabajo interinstitucional, a fin de que diseñe un plan para la universalización de los servicios a cargo del IMSS, ISSSTE, INSABI y los sistemas estatales de salud.
No es casualidad que muchos pacientes que tienen seguridad social por parte del Estado, recurran a servicios privados ante las insuficiencias que presentan y los tiempos de respuesta que ofrecen.
Para crear un sistema de salud universal que permita la atención homogénea de los pacientes en todas las instancias, bajo los más altos estándares de calidad, se requiere de la participación del Poder Ejecutivo, Congreso de la Unión, gobiernos estatales, asociaciones de médicos, organizaciones de la sociedad civil y especialistas.
La senadora Alejandra Reynoso Sánchez dijo que la universalización del sistema de salud en México “es una meta ambiciosa, pero necesaria”, pues nuestro país está inmerso en una transición en la que el envejecimiento de la población incrementará considerablemente los costos de la atención de enfermedades crónico-degenerativas.
Destacó que para impulsar este propósito, dijo, se requieren recursos suficientes, pero “en los últimos años, en lugar de avanzar en el presupuesto de salud, sólo hemos visto retrocesos en su financiamiento”.
Previo a la crisis provocada por el Covid-19, agregó la legisladora, el Sistema Nacional de Salud ya presentaba problemas de disponibilidad de recursos clave y de organización de los servicios de atención.
“La falta de cobertura y la desigualdad en el acceso a los servicios son consecuencia de la existencia de un sistema con bajo presupuesto público, segmentado y fragmentado, situación que se profundizó debido a las deficientes políticas públicas del actual Gobierno Federal”.
Reynoso Sánchez señaló que en la última década el punto máximo de presupuesto para salud, como porcentaje del Producto Interno Bruto, fue en 2012 con 2.9 por ciento; a partir de entonces, en lugar de avanzar, este porcentaje ha caído hasta ubicarse en 2.7 por ciento del PIB, en años recientes.
Para que el sistema universal sea efectivo, consideró la senadora Reynoso en el punto de acuerdo que fue turnado a la Comisión de Salud, la cobertura debe homogeneizarse, desde el número de camas por subsistema hasta los tiempos de espera para recibir el servicio.
“En un sistema fragmentado como el mexicano, la organización de los servicios implica desigualdades en la cantidad, calidad y distribución de los recursos, lo que sumado a los problemas presupuestales genera situaciones de ineficiencia y desigualdad”, concluyó la legisladora panista Alejandra Reynoso Sánchez.