Por José Vilchis Guerrero
Desde hace un año fue disuelto el grupo especial de élite anti narcóticos que trabajó por 25 años en coordinación con la Drug Enforcement Administration (DEA) aclaró el presidente Andrés Manuel López Obrador, debido a que estaba infiltrada por el narcotráfico. Incluso uno de los jefes de dicha unidad especial está detenido e investigado en Estados Unidos.
Sin especificar qué grupo criminal se había infiltrado en este grupo especial, el jefe del Ejecutivo indicó que en materia de seguridad México mantiene la cooperación con el gobierno de Joe Biden, aunque no ha tratado este tema en particular.
Al inicio de la semana se supo que había sido extinguida esta unidad especial anti narcóticos que estaba dedicada a investigaciones especiales con operaciones contra el narcotráfico en unos 15 países, por lo cual fue cuestionado en el Salón Tesorería sobre qué acciones se tomarán al respecto.
El presidente López Obrador aclaró que en este grupo nada tenía que ver Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad en el gobierno de Felipe Calderón y se disolvió al cambio de gobierno, y se disolvió al cambio de política “porque nosotros mantenemos cooperación con organismos internacionales encargados de seguridad, pero procuramos que se respete nuestra soberanía y antes entraban y salían, ellos mandaban, hacían lo que querían, incluso fabricaban delitos”.
Ahora ya cambió todo, dijo, ya no es el tiempo de los operativos que se acostumbraron en el periodo de Felipe Calderón, “como Rápido y Furioso, ya no, imagínese, acuerdos para introducir armas de Estados Unidos con una estrategia que resulta increíble por elemental de que iban a poder sensores en la armas para detectar quiénes iban a usarlas y así detener a los delincuentes, cuando el gobierno estaba infiltrado por completo”.
Expresó que sus adversarios, como el historiador Enrique Krauze, criticó la cancelación de este grupo que se enfrenaba a la delincuencia, “como si nosotros no estuviésemos haciendo nada, o fuésemos cómplices, paleros, chalanes; no, les falta información”.
Manifestó que hace un año se demostró que esa unidad especializada estaba infiltrada por el narcotráfico y que uno de sus jefes está siendo juzgado en Estados Unidos por sus nexos con el crimen organizado. No lo identificó, pero aclaró que no es García Luna.
Insistió en la conferencia de prensa en Palacio Nacional que es buena la relación con el gobierno de Estados Unidos, pero con respeto, “ya no es el tiempo en el que estaba (Felipe) Calderón y (Arturo) Sarukhán, que estaba de embajador (en Estados Unidos) y entraban y hasta metían armas (a México)”.