En la fiscalía quieren dar carpetazo al caso
Juan Antonio Cruz Bautista
Desde la desaparición de Debanhí Susana Escobar Bazaldúa, el 9 de abril pasado, en Monterrey, Nuevo León, las investigaciones que ordenó el fiscal Gustavo Adolfo Guerrero Gutiérrez evaden todo lo que tiene que ver con la fiesta en la Quinta Diamante, y hay una razón, quieren dar carpetazo al caso.
Personal cercano al Fiscal Especializado en Personas Desaparecidas, Rodolfo Salinas, y el Fiscal Antisecuestros, Javier Caballero, a quienes el fiscal Guerrero Gutiérrez exigió su renuncia por las filtraciones de la investigación, revelan que tienen más preguntas que respuestas, y todas comienza en la fiesta de donde salió originalmente la joven regiomontana.
Pareciera que están armando un rompecabezas sin las piezas principales… siendo las supuestas amigas Sarahí e Invonne, las que conectan directamente con el taxista Juan David Cuellar, para llevar a Debanhí a la escena del crimen, y dejar de lado las sospechas que recaen en el “Jaguar”, el sujeto organizó la fiesta que se salió de control.
Tienen información que una de las amigas de Debanhí estuvo esa noche con el “Jaguar”, el mismo sujeto que aparece en diversos momentos fotografiado con el Gobernador de Nuevo León, Samuel García, y que ha sido señalado por su relación con el crimen organizado y bandas dedicadas a la trata de personas. Este, consideran, fue el motivo por el cual pidieron la renuncia de los fiscales Salinas y Caballero.
La pregunta salta a la vista, ¿a quién está protegiendo el gobierno de Nuevo León?…
La respuesta atiene otra interrogante, ¿a pesar de que se dio la orden para de detener, interrogar y carear a las amigas y al taxista, por la serie de contradicciones en que han incurrido, porque no se ejecuta?
Personal de las fiscalías de Personas Desaparecidas y Antisecuestros, que desde el 9 de abril revisaron en cuatro ocasiones el Motel Nueva Castilla, aseguran que jamás vieron el cuerpo de la víctima dentro de la cisterna donde finalmente la hallaron, y esto ocurrió en el cuarto peritaje sin que ellos estuvieran presentes, por menos los que tienen su cabeza en “charola de plata” en manos del fiscal Guerrero Gutiérrez.
De lo que sí existe la certeza es que las amigas de Debanhí y el taxista no han dicho la verdad de lo que ocurrió esa noche, no solo es evidente que estaban coludidos y que se pusieron de acuerdo para aparecer, casi simultáneamente en los medios de comunicación, con versiones preparadas por abogados para deslindarse del caso.
Lo único que lograron fue dejar más dudas de su participación y encubrimiento del o los asesinos de Debanhí, porque en los videos que se filtraron a la opinión pública se observa como “Debanhí sale corriendo de la Quinta Diamante perseguida por un hombre al que le tira una patada, en señal de defensa, se ve también como la rodea el resto de personas que sale tras ella para forcejearla, y sus amigas sólo se lavaron las manos. ¿Qué le dijeron, que no quiso hacer, a quien no quiso conocer y prefirió salir corriendo?, fueron las preguntas que no contestaron a los investigadores del caso.
Y el chofer del taxi, Juan David Cuellar, lo sabe, como primera contradicción reconoció que Debanhí le dijo “mi papa debe saber la verdad”, y a él se le escuchar decir cual verdad, sino porque entonces se observa en el video como intentó jalonearla, dejándola a su suerte en las inmediaciones del Hotel Nueva Castilla, donde fue encontrado su cuerpo en una cisterna.
El dio su versión y hasta especuló de lo que le dijo Debanhí, pero sólo es su palabra, pero no hay nada más que se escuche en la grabación entrecortada que presentó como prueba de exoneración, lo que llevó a los agentes investigadores a saber lo que las amigas le propusieron que hiciera en esa fiesta y con quien (El Jaguar), acusarla con sus papás, al punto que en su desesperación prefirió decirles la verdad, y fue que el taxista se comunicó con sus amigas para decirle lo que la joven quería hacer.
Es claro que Debanhí vio algo que puso a todos nerviosos en la fiesta, y amenazó con decirle a sus papás, y para librarse de ella las amigas la entregaron al taxista y éste al no poderla controlar la dejó a su suerte en el Motel Nueva Castilla, donde se sabe que “el Jaguar” termina sus fiestas, es por eso que el papá de la víctima, el señor Mario Escobar, decidió contrastar los peritajes realizados por la fiscalía y realizar una nueva necropsia al cuerpo.
“Hasta que me demuestren lo contrario, sigo pensando que mi hija murió asesinada. No voy a cambiar de opinión”, declaró.