Ya no prevalece el “¡Mátalos en el caliente!”, se respeta la vida aún de delincuentes
José Vilchis Guerrero
Cuando justificó el presidente Andrés Manuel López Obrador el comportamiento de los soldados que no respondieron con todo el poder de sus armas a la persecución de que fueron objeto en Tumbiscatío, Michoacán, la semana pasada, “hablé de que se tenía que proteger la vida también de los presuntos delincuentes, que son seres humanos, y me llamó mucho la atención que intelectuales o profesionales supuestamente progresistas, me cuestionaran”.
-No, fíjense que así pienso, y vamos a analizarlo. Actuaron muy bien los soldados.
Ahora, dijo, es otro sistema: “¿Cómo vamos a querer que alguien pierda la vida? ¿Cómo vamos a estar en el fondo a favor de la ley del talión, del que a hierro mata, a hierro muere, y el diente por diente y el ojo por ojo? Lo decía Tólstoi. Si a esas vamos, pues nos vamos a quedar chimuelos todos, o tuertos o ciegos”.
Mostró las estadísticas de letalidad en los enfrentamientos del Ejército con los grupos delictivos en tiempo de Calderón en 2011: mil 76 enfrentamientos entre delincuencia y fuerzas armadas. “Mil 127 heridos y detenidos, y mil 412 muertos: Más muertos que heridos y detenidos, porque los remataban”.
En lo que va del sexenio van 94 fallecidos en enfrentamientos. En menos de 4 años, menos muertos que en un año de Calderón en enfrentamientos, aclaró en la conferencia de prensa en Monterrey, Nuevo León.
Retomó el discurso de ¿En qué cabeza cabe que la violencia se enfrenta con la violencia? El mal no se puede enfrentar con el mal, sino con el bien, y la paz es fruto de la justicia. Ésa es la nueva estrategia: atender los problemas, las causas, que la gente viva feliz; que no haya desintegración en las familias, que en este periodo neoliberal fue un desastre, dijo.
“No se conocen esos datos, pero la separación de familias fue como nunca y los hijos se criaron a la buena de Dios, y no había tutelaje, era el jefe de la pandilla, el jefe de grupo era el que educaba. Por eso decimos: Somos distintos. Y además entiendo, aunque no comparto tu punto de vista, ese pensamiento es autoritario”.
El general Luis Crescencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa, informó que en Tumbiscatío, Michoacán, hubo trabajos de inteligencia por una fuerza del 65 Batallón de Infantería con 5 vehículos y 35 elementos para que el sábado 7 de mayo hicieran un reconocimiento en La Nolasca, Francisco Villa y Capuán del Río. A su paso evadieron 2 bloqueos de gente desarmada.
En Cuatro Caminos evadieron otro bloqueo de civiles desarmados. Como no había una agresión armada, no había por qué responder con la fuerza a esas bases sociales de la delincuencia. El miércoles 11 de mayo se organizó una fuerza de 512 elementos de la Guardia Nacional, Ejército y Fuerza Aérea, porque identificaron que algo se quería ocultar.
De los reconocimientos terrestres y aéreos en Tumbiscatío, Múgica y La Huacana, hubo resultados positivos: localizaron 4 laboratorios para producir metanfetaminas, 15 plantíos de marihuana, 9 reactores de síntesis orgánica, 10 condensadores, 68 tambos de 200 litros, tinas de 500 litros, bidones de 50 litros, y otros 8 con sustancias químicas; 20 recipientes de diferentes tamaños con sustancias químicas para producir metanfetaminas, 5 vehículos y 19 plantíos de marihuana.
La afectación a la delincuencia por la marihuana fue de 13.6 millones de pesos porque dejaron de producir más de 4 millones de dosis de marihuana y se evitó que en los 9 reactores se produjeran más de 13 millones de dosis de metanfetaminas, según el informe oficial.
“Este es un ejemplo de cómo la letalidad en las Fuerzas Armadas y Guardia Nacional ha disminuido y se ha aplicado el respeto a los derechos humanos y la Ley Nacional de Uso de la Fuerza”, concluyó.