La fractura de cárteles que descarriló los planes de Genaro García Luna, cuarta parte
—En el juicio contra Joaquín Guzmán Loera en Estados Unidos, en el que se hizo mención específica de los posibles sobornos entregados a García Luna, la defensa del Chapo trató de desvirtuar el liderazgo de Joaquín como el jefe máximo del Cártel de Sinaloa y lo orientó hacia Ismael Zambada García, “El Mayo”. ¿Quién cree, según sus conocimientos y experiencia, que es la persona con la que habría pactado Gerardo García Luna dentro del Cártel de Sinaloa?
—Bueno, pues con todos ellos. Las cabezas eran “El Chapo” y “El Mayo” Zambada, pero tenía relación con “La Barbie”; tenía relación con “El Grande” (Sergio Enrique Villarreal Barragán, ahora testigo protegido del gobierno de Estados Unidos, clave en la acusación contra García Luna). Entonces ellos tenían la confianza, le recibían dinero a todas las organizaciones, y a todos, no nada más se concretaba a esta gente, porque en las detenciones, en los decomisos, nunca recuperaban dinero, y era una de las situaciones, que se llevaban todo lo que tenían; las propiedades o en los cateos que hacían.
“Otra de las personas cercanas a Genaro García Luna fue Francisco Javier Garza Palacios. A él lo detuvieron en mayo de 2007 en Caborca, Sonora. Supuestamente lo destituyen y se lo llevaron a Colombia. Otra de las gentes es Benito Roa Lara, que no tenía ni preparatoria, pero ahí andaba en la División. Por ahí hizo una carta creo que se comprometió a terminar la prepa en un año o algo así. Al final de cuentas era una organización criminal con placa, muy bien estructurada”.
—¿Además del Cártel de Sinaloa, observaron posible protección o alianzas con otras organizaciones criminales por parte del grupo de García Luna?
—Bueno, pues es que hubo varios muertos, acuérdate por ejemplo de que mataron a Edgar Eusebio Millán Gómez (que inició su carrera en el CISEN y fue coordinador general de Seguridad Regional de la PFP); traiciones que tenían, que hacían, pues traían sus cosas entre ellos. El crimen organizado no perdona compromisos no cumplidos. Hubo varias gentes que mataron por llegar a acuerdos que no pudieron cumplir.
Millán fue asesinado en su casa el 8 de mayo de 2008, en una aparente venganza ordenada por los hermanos Beltrán Leyva por la detención de Alfredo, “El Mochomo”. Por este arresto, la parentela acusó de traición al “Chapo” y García Luna. Al homenaje de cuerpo presente de Millán asistió el entonces presidente Felipe Calderón. Tras esa muerte, fueron asesinados en el mismo año comandantes cercanos a este exjefe de la policía.
—¿Quién estaba supeditado a quién, si es que existía esta situación: García Luna a los intereses del Cártel de Sinaloa o el Cártel de Sinaloa a García Luna y la política federal de ese entonces?
—La delincuencia compra conciencias y voluntades. Desde el momento en que se reparte el dinero, ya eres empleado de ellos y estás subordinado; realmente estás sometido a las instrucciones y a lo que ellos pretenden. Para eso pagan, para que las cosas se hagan; para que el negocio salga adelante. Estaban sometidos tanto García Luna como Felipe Calderón y su cártel a Sinaloa.
—¿Hay aliados de aquel grupo de García Luna que sigan vigentes en las corporaciones de seguridad pública o en el ámbito político?
—Sí. Hasta hace poco un agente de la policía ministerial cuyo nombre no recuerdo, que era una de (las posiciones) cercanas a Genaro García Luna. Él fue de los que quería que firmara las cartas responsivas de los que no pasaron los exámenes de confianza. El director de Interpol todavía (Jorge Domínguez Martínez Vértiz), que era director de Seguridad Pública en Huixquilucan cuando la muerte de Enrique Salinas de Gortari (hermano del presidente Carlos Salinas), que desaparecieron las evidencias videograbadas del lugar donde fueron a dejar el vehículo.
“No quisiera decir más gente porque todavía hay más, no sólo en la Guardia Nacional y en la fuerza federal ministerial, sino en las Secretarías (de Seguridad Pública) de los estados. Acuérdate que Porfirio Javier Sánchez Mendoza fue muy cercano a ellos y estuvo de secretario de Seguridad Pública en Aguascalientes. Todavía hay mucha gente incrustada que lo protege, en el mismo ministerio público, en la propia FGR (Fiscalía General de la República). Las carpetas de investigación, por más información que tienen, no avanzan. También la protección institucional todavía existe”.
—¿Cree que García Luna podría entregar a su jefe político Felipe Calderón en busca de un criterio de oportunidad en el juicio que se lleva a cabo en Estados Unidos?
—Definitivamente. La única posibilidad que tiene ahí es la de entregar a su jefe. Tiene que delatarlo para que le puedan reducir la condena. Yo estoy plenamente seguro que lo va a delatar para poder llegar a un acuerdo. De eso no tengo la menor duda y al tiempo lo vamos a ver. Áxel Chávez / EmeEquis