Cuco es un perro criollo originario de Comitán, Chiapas, que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) capacitó y, luego, contrató. Esta es su historia.
Desde su llegada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en 2020, proveniente de una caravana migrante que pasó por la Ciudad de México, Cuco, ha afianzado su labor altruista al ser el embajador de la donación de sangre, acompañar a familiares de pacientes con COVID e incluso apoyar en labores de vigilancia en la sede del Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD) Norte.
José Jenaro Olguín Avilés, jefe de Servicios y Administración de la Delegación Norte del IMSS, relató la labor de apoyo que realizó Cuco en los hospitales del Seguro Social durante la pandemia de COVID-19 y cómo hoy, a sus seis años de edad, goza de buena salud, el cariño de sus compañeros de trabajo y hasta tiene su “credencial” de empleado.
Desde su llegada al IMSS, Cuco comenzó a ayudar a los vigilantes del IMSS lo que le valió para ganarse su cariño; no obstante, debido a que dichas instalaciones sufrieron daños por los sismos de 2017, fueron demolidas y el perrito fue rescatado y adoptado por los trabajadores.
Al adoptar a Cuco, los trabajadores hicieron una cooperación para que lo adiestraran y le colocaran todas sus vacunas.
En un inicio y en plena pandemia, intentaron que Cuco fuera entrenado para detectar a pacientes con Covid-19, pero por las características de su raza, su olfato y su edad, esto no fue posible.
De modo que el doctor José Antonio Zamudio, titular de la delegación norte del IMSS, propuso que Cuco fuera embajador de la donación de sangre.
Durante su primera campaña como embajador de donación de sangre, Cuco logró que se rompiera el récord de donaciones altruistas.
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