En apenas tres horas la mayoría parlamentaria y sus aliados enterraron al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) un organismo que apenas cumplió tres años de haber nacido en esta administración.
Con 267 a favor, 220 en contra y una abstención, Morena, PT y PVEM, dieron el albazo legislativo, para que las funciones que desempeñaba este organismo ahora las asuma IMSS-Bienestar. Ayer mismo, la minuta aprobada por el pleno fue enviada de inmediato a la colegisladora para su discusión, en la recta final del periodo ordinario de sesiones.
Una iniciativa que salió del partido mayoritario y que fue presentada a los legisladores como de urgente y obvia resolución, con la dispensa de todos los trámites parlamentarios.
La discusión de esta propuesta comenzó a las 12:30 horas y concluyo a las 15:30 horas, tiempo suficiente para extinguir de facto a una institución.
Por su parte los representantes de la oposición reprocharon que se aprobará una reforma de tal magnitud, sin análisis previo en comisiones y en fast track, ya que la iniciativa fue presentada por el presidente de la Comisión de Salud, Emmanuel Reyes, mediante una reforma a la Ley General de Salud, para establecer que el IMSS-Bienestar colaborará con la Secretaría de Salud en sustitución del Insabi.
También señalaron que el INSABI fue un “rotundo fracaso” porque en lugar de coadyuvar para otorgar atención médica a las personas que no cuentan con seguridad social, provocó que alrededor de 15 millones de mexicanos se quedaran sin acceso a dichos servicios, mismos que anteriormente eran atendidos por el Seguro Popular; y ahora se traspasarán sus obligaciones al IMSS, que también está “al borde de la crisis”.
Mientras que los diputados oficialistas, en sus intervenciones, no reconocieron que la extinción del INSABI derive de sus malos resultados, y culparon a las administraciones pasadas de la situación actual del sector salud, así como del desabasto de medicamentos.
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