El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de pretender dar un Golpe de Estado… Un Golpe de Estado Técnico contra el Presidente, pues realiza acciones para que ya no “ejecutemos” al otorgar amparos contra obras del Tren Maya. Pero nada nos detendrá, advirtió. En México no hay crisis, sino decadencia y degradación progresiva en lo económico, social y en política. Se padecía un régimen corrupto de justicia y se debía cambiar sin violencia, en forma pacífica, afirmó.
“Una cosa es que violen la Constitución —a ver, que me digan los ministros si no la están violando— cobrando más de lo que cobra el Presidente y otra es ya querer dar un golpe de Estado neutralizando al Poder Ejecutivo, o sea, que ya no ejecutemos nada. Es cancelar un poder, sería un golpe de Estado técnico”, precisó el jefe del Ejecutivo.
Al comentar que ve ese riesgo en los mandatos judiciales, el presidente López Obrador especificó que un senador del PAN (Julen Rementería) presentó una iniciativa, luego la retiró, “ese sí muy cercano al pensamiento fascista. Porque ya dije que no hay fascismo como pensamiento dominante, afortunadamente, en nuestro país. Pero ese planteó eso, que se me destituyera, que la Corte me destituyera y era tan absurda (su iniciativa), que tuvo que retirarla, les echó la culpa a sus asesores”.
Al hablar sobre la situación de México antes de iniciar este régimen, López Obrador afirmó que “la verdad, estábamos inmersos en una decadencia. No era una crisis, era una decadencia, un proceso de degradación, degradación progresiva, cada vez peor, en lo económico, en lo social, en lo político, en lo moral. Por eso no se puede hablar de crisis, sino de decadencia.
¿Cómo enfrentar una decadencia? -Pues sólo con una transformación a fondo, arrancar de raíz al régimen corrupto, de injusticias, de privilegios, no hay más que eso. Y, afortunadamente, se está avanzando y de manera pacífica, sin violencia. Ahora va a haber elecciones el próximo domingo y estoy seguro que todo va a transcurrir en paz y la gente va a participar libremente”.
Antes López Obrador calificó de prepotente la marcha en apoyo a la ministro presidente de la SCJN, Norma Piña, porque no le pareció prudente haber recurrido a la provocación y buscaron desalojar a los que llevan semanas manifestándose en contra de los ministros de la Corte. Desde luego dijo que ha habido tolerancia porque todo mundo tiene derecho a manifestarse a pesar de que los medios convocan a manifestaciones.
Luego se refirió a la campaña de una mayoría de medios en contra de su gobierno y comentó, por ejemplo, el discurso de Carmen Aristegui al recibir un premio como heroína de la libertad de expresión y que criticó a López Obrador por agredir a los periodistas todos los días en el Salón Tesorería del Palacio Nacional:
“Carmen Aristegui, que se aventó un discurso diciendo que se agrede a los periodistas, ¿no? Porque ella quería, como muchos otros, mantener el privilegio de agredir y de mentir, y de difamar y de calumniar. Nada más ellos, ¿no? ¿Y la réplica? ¿Y la comunicación? ¿Y los mensajes de ida y vuelta? ¿Y el debate? ¿Y la democracia? ¿Y la pluralidad? ¿Y la libertad?”.
Comentó el primer mandatario que la campaña de muchos medios en contra de su gobierno está a todo lo que da, porque no pueden. “No olviden que se llegó al extremo del abuso que, con los medios de información, (de radio y televisión) de manipulación, se impuso a un presidente de México, que no se olvide de eso”.
Por eso es todo el descontrol y toda la campaña. Cada vez que hay elecciones como la del domingo próximo, le suben el volumen, dijo. “Les puedo garantizar que esta semana va a ser la de más ruido porque vienen las elecciones, sobre todo la del domingo en el Estado de México”.
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