La plataforma México Colectivo consiguió el acercamiento de Movimiento Ciudadano a la órbita opositora de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, manteniéndose al margen de Va por México en el cálculo de que la aproximación permite pulsar la correlación de fuerzas políticas en torno a la distribución de candidaturas clave en las elecciones de 2024. El partido de Dante Delgado, ubicado en el penúltimo lugar de los siete existentes, de presentarse solo en las elecciones del año próximo, de conformidad con los sondeos de intenciones de voto, no saldría del sótano de la representación política, junto con el PRD.
La insistencia de incorporar a MC a la coalición Va por México proviene del propio Claudio X. González o de Gustavo de Hoyos, quienes han manifestado el interés de conformar una oposición a modo de los negocios palaciegos al amparo del poder. Sin embargo, en el contexto interno de Va por México caracterizado por el ominoso desprecio al PRD, MC busca una posición de negociación ante el PRIAN con respecto a la distribución de posiciones legislativas y otros cargos clave en juego, fuera de la hegemonía condicionante de Alejandro Moreno y Marko Cortés.
Los lineamientos del documento Punto de Partida hacen más que refrendar las posiciones compartidas con el PRIAN dentro de la coalición auspiciada por la patronal mexicana. Una fracción de las élites gobernantes de las últimas cuatro décadas avalan una perspectiva crítica de este “proyecto”: “Hoy falta gobernabilidad, tenemos un gobierno que no es responsable ni plural, que no ofrece certidumbre, sin autonomía ni independencia judicial total y con un Poder Legislativo en gran parte sometido y abyecto. Las políticas de inversión, las cuentas públicas, así como los programas de gobierno, son un desastre”. El regodeo político sobre lugares comunes del discurso opositor se traduce en la aportación negociadora emecista el medio para articular los intereses de Dante Delgado con los de poderosos empresarios autodefinidos de “activistas sociales”.
Sin rigor metodológico y conceptual, la visión de país es una diatriba ideológica de los propósitos de MC por insertar su agenda en Va por México. “En la actualidad, el gobierno mexicano se comunica y se construye con la mentira, la negación y la ilegalidad… Hay intentos por instaurar un régimen unipersonal de concentración de poderes en el que se reina y somete”. Luego viene la convocatoria de “un ejercicio entre iguales” para construir un futuro mejor. Después de la presentación de Punto de Partida, México Colectivo desapareció de la discusión política e interés real del PRIAN, y hasta el momento, ningún pronunciamiento del magnate heredero de Kimberly-Clark indicativo de incorporar formalmente a MC.
La individualidad ciudadana convocada por MC y Va por México revela un fenómeno político estudiado por teóricos de la sociología política, la falta de una militancia amplia que legitime la vinculación social de los partidos -el vaciado de la democracia, la tesis de Peter Mair– es el recurso de los partidos en la crisis de representación política de clases, y desde ahí establecer la lucha política por el poder público entre élites exclusivamente. Sin fijar ningún compromiso de proyecto de nación con la sociedad -como si fuera posible sí hacerlo de manera individual- la partidocracia reclama una democracia representativa sólida e intocable que le sirvió para traducir el voto libre en libertad, una vez constituido el gobierno, de fijar políticas públicas de un futuro mejor destinado solamente a las élites gobernantes y socios privados.
Esta perspectiva política ofrecida por MC en el acercamiento con la oposición reunida en Va por México es el instrumento para negociar y comprometer posiciones legislativas y otros cargos clave, es decir, participar con un número determinado de candidaturas propias tanto plurinominales y de mayoría, antes de formalizar su posible incorporación, en el caso de solamente ganar el control del Congreso de la Unión. Los otros cargos están en las estructuras de las ocho gubernaturas y de la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México, y por supuesto, los del Poder Ejecutivo correspondientes a un gobierno de coalición.