Sigue dando vuelta en la cabeza de analistas lo que sucede con el PAN, en especial con el cuidado de su imagen.
En sus inicios, se le vinculo a la Iglesia Católica, al nazismo y a grupos fascistas, incluso con los cristeros, lo que no impidió que siguieran haciendo oídos sordos a este tipo de ataques sin considerar el daño que hacían este tipo de señalamientos a su imagen como partido político.
En los años 60 empezaron a circular versiones de su vinculación con grupos religiosos relacionados con el catolicismo, como el MURO, el Yunque, PROA y otros más que también dañaban su imagen de cara a una ciudadanía que empezaba a cuestionar a las fuerzas políticas.
En los 70, la presencia de empresarios y la relación con la embajada de Estados Unidos también hizo mella en la percepción que se tenía del blanquiazul, al grado de ser tachado como un partido proempresarial y religioso, algo que al parecer no importó a los propios panistas.
En años recientes, se ha revivido buena parte de los recuerdos que aquí comentamos en contra del PAN, pero lo que vemos es que, a pesar de lo anterior, además de las críticas que se le hacen a dicho partido, incluido lo de García Luna y otros temas parecidos, los panistas siguen como si nada y no aceptan que deben corregir el rumbo.
A la observación de que un primer paso para recuperar la confianza ciudadana luego del fracaso electoral del 2018, es pedir disculpas por lo hecho como gobierno, los del blanquiazul siguen como si les hablara el tío Lolo y no dicen ni pio.
Pero es muy posible que no lo hagan, ni reconozcan que sus militantes se han equivocado, como en el caso de Villa Balboa en donde un grupo de legisladores azules asistieron a una fiesta pagada por uno de los contratistas del partido, pues su mejor respuesta fue que era una campaña de desprestigio, pero organizada por sus propios militantes, cabría agregar.
Así, la duda sigue acerca de si al PAN le importa su imagen y si quiere hacer algo para que no empeore más, porque eso de mejorarla se ve en chino, pues son muchas las etiquetas que le han puesto al partido y nomás no muestran capacidad para corregir el rumbo.
Total, si en pleno siglo XXI se les sigue vinculando con el fascismo y con organizaciones religiosas secretas y su única respuesta es mirar hacia otro lado, bien se lo merecen.Comparta con nosotros su opinión en [email protected]
No olvides seguirnos y mantenerte actualizado con El independiente.