Las licitaciones abarcan 6 de los 10 polos de desarrollo económico que se planea habilitar y el gobierno ha dado a conocer una serie de incentivos para atraer inversionistas…
En días pasados, la secretaria de economía Raquel Buenrostro, presentó al sector privado las bases de participación para nuevas licitaciones en relación a los polos de desarrollo del llamado Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec- CIIT – con lo que el gobierno pretende acercar más a América del Norte, Asia, Europa y Latinoamérica para que las nuevas actividades comerciales puedan detonar crecimiento económico y empleos bien remunerados, aprovechando la coyuntura que ofrecen los tratados comerciales y el Nearshoring en una economía, cada vez de mayor globalidad e interdependencia.
No cabe duda que el sureste, región muy abandonada por los gobiernos pasados, no sólo ofrece atractivos turísticos, sino también grandes oportunidades de negocios que con el desarrollo de esta nueva zona que acerca al Océano Atlántico con el Pacífico, a través de 300 kilómetros que pueden recorrerse por carretera o en ferrocarril, entre el puerto de Coatzacoalcos, en Veracruz y el de Salina Cruz en Oaxaca, con lo que se abre una enorme oportunidad para el desarrollo del comercio internacional.
Las licitaciones abarcan 6 de los 10 polos de desarrollo económico que se planea habilitar y el gobierno ha dado a conocer una serie de incentivos para atraer inversionistas, tales como la exención del IVA en transacciones al interior de los polos, durante los primeros 4 años, así como en el impuesto sobre la renta ISR, los primeros tres años y el 90 por ciento de descuento en dicho impuesto durante otros 3 años.
Pero, y aquí las contradicciones, ya que en los círculos empresariales priva una cierta desconfianza con el actual gobierno, en función de la reciente aprobación, de parte de la mayoría morenista, para reformar 23 leyes administrativas, en las que se faculta al estado para suspender en cualquier momento contratos derivados de licitaciones en algún sector de la economía, como también revisar, modificar, e inclusive nulificar y recuperar bienes inmuebles en un plazo de 72 horas, con lo que las cámaras industriales y demás organismos del sector privado, consideran se rompería el orden jurídico.
Desde luego que el CIIT es una zona de gran potencial, pero esa posible reforma de las 23 leyes administrativas que han provocado recursos de inconformidad ante la Suprema Corte, pende como una espada de Damocles sobre el sector privado, que no se siente seguro para arriesgar millonarios capitales en el corredor transísmico.
Al considerar la posible aprobación de las leyes administrativas comentadas, se estaría dando una contradicción entre el deseo de generar nuevas inversiones con las posibles consecuencias de las leyes de referencia. También se considera que los incentivos no son suficientes y que los plazos para las concesiones deben ser mayores. Mantienen, por otro lado, un fundado escepticismo respecto a la seguridad en la región que a nivel nacional es ya una seria preocupación para los negocios, y sobre todo piensan que lo que más debe garantizarse para tener éxito en el lanzamiento de esa zona de inversión, es la certidumbre para que las reglas no se cambien a la mitad del camino, como lo pueden permitir las leyes administrativas comentadas. También tendría que asegurarse la infraestructura en energía, luz, gas y demás requisitos para poder instalar las nuevas plantas. Así que la secretaría de economía tiene enfrente un gran reto para hacer realidad ese propósito en favor del desarrollo del corredor donde se encuentra la parte más angosta de la república, entre los dos océanos.
@fer_martinezg
No olvides seguirnos y mantenerte actualizado con El independiente.