La buena noticia, según de qué lado de la frontera se vea el caos migratorio, poco más de 11 mil personas que cruzaron la línea fronteriza con Estados Unidos fueron deportadas la semana pasada, la mala nueva es que unos 21 mil inmigrantes fueron liberados en el vecino país para que esperen, como puedan, una cita en la corte, una cifra que las autoridades estadounidenses no quieren reconocer ni hablar sobre el tema. Así que, para alimentar el coraje republicano, hay más liberados que deportados.
Si los estadounidenses confían en sus autoridades seguramente creerán las palabras de Mayorkas de que el flujo migratorio bajó en un 50 por ciento, sin embargo, de acuerdo al Washington Post debido a las condiciones de hacinamiento y a que no saben qué diantres hacer con las personas indocumentadas que les llegaron por la frontera, no hubo de otra más que poner en libertad a 21 mil ilegales para “aliviar el cansancio de los agentes estadounidenses y la sobrepoblación en los centros de detención”, según el departamento de Seguridad Nacional (DHS). Cabe mencionar que el DHS no ha publicado oficialmente esta cifra y tampoco ha respondido a preguntas sobre el tema. Desde que finalizó el Título 42, la administración Biden se ha dedicado a divulgar los “miles y miles de deportados” a partir del 11 de mayo pasado, según los datos del departamento de Seguridad Nacional (DHS) más de 11 mil migrantes fueron deportados a “más de 30 países” durante la semana pasada. La verdad, indica el Post, es que las autoridades dieron luz verde a la liberación de ilegales mientras que sus solicitudes de inmigración entran y se procesan en los tribunales del vecino país, una práctica que durante años ha sido la puerta de entrada de personas indocumentadas.
Las condiciones en los centros de detención llegaron a un punto críticos la semana pasada pues con la eliminación del Título 42, miles de inmigrantes llegaron antes del 11 de mayo para “aprovechar” la oportunidad de cruzar, más los que se fueron acumulando en estos días. El caso es que esos 21 mil se salieron con la suya y habrán de esperar el aviso para ir a la corte de inmigración en un futuro cercano, o no tan cercano, quien sabe. El tiempo promedio que pasan los inmigrantes bajo custodia de las autoridades fronterizas es de tres a cuatro días, y esto en los puntos de cruce tan transitados como El Paso y el Valle del Río Grande en el sur de Texas.
Según las cifras del DHS, las autoridades estadounidenses realizaron cerca de 4 mil arrestos fronterizos por día durante la semana pasada, esto es un 60 por ciento menos que los días anteriores al 11 de mayo. El número de detenidos en estaciones de la Patrulla Fronteriza y tiendas de procesamiento se desplomó de unos 30 mil hace una semana, a menos de 10 mil el viernes pasado. El problema es que la semana pasada, llegaron 28 mil más, y de éstos no se sabe si los 21 mil que fueron liberados eran parte de este grupo, el Post señala que las autoridades permanecieron en silencio. Lo que sí es que todos, los inmigrantes, los traficantes y las comunidades tratan de entender las nuevas reglas de migración. Si hay más detenciones y deportaciones, esto desalentaría los cruces ilegales y los traficantes buscarían nuevas formas de cruzar, pero si hay noticias de que son liberados pues alentaría los cruces y el negocio de los traficantes se volvería más lucrativo, señaló Theresa Cardinal, especialista en política de inmigración. “Están prestando atención a quién entra, quién es deportado y qué encontraron. Si la realidad sobre el terreno no coincide con la retórica (oficial) muy pronto todo el mundo se dará cuenta de eso”, dijo.
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