Y es que el pasado 20 de mayo, efectivos de la Secretaría de Marina llevaron a cabo la incautación de una parte de la unidad ferroviaria de Ferrosur, perteneciente a Grupo México.
Desde que Andrés Manuel López Obrador triunfó en las elecciones presidenciales del 2018, resurgió la misma pregunta planteada doce años atrás: ¿Será un peligro para México? ¿Se atreverá a expropiar empresas? ¿Nos convertiremos en Venezuela? 30 millones de mexicanos pensaron que no y le dieron su voto. Cinco años han pasado desde entonces.
En medio de un conflicto entre el gobierno de la República y la empresa ferroviaria de Grupo México, el presidente salió a minimizar los señalamientos de “expropiación” que le hicieron por la ocupación temporal de 120 kilómetros de vías de tren. AMLO enfatizó que la recuperación no está relacionada con una militarización. Según él, los ferrocarriles fueron “rematados” durante el mandato de Zedillo. Por lo que ahora Germán Larrea, dueño de la concesión, pretende cobrar una exorbitante suma de 9,500 millones de pesos para su adquisición, algo que el mandatario considera inaceptable. López Obrador también criticó las reacciones por parte de la oposición ante la ocupación de instalaciones de Ferromex por parte de la Marina, mencionando a periodistas como Carlos Loret de Mola, Ciro Gómez Leyva y Joaquín López-Dóriga. Asimismo, denunció la entrega de concesiones en sexenios anteriores.
Y es que el pasado 20 de mayo, efectivos de la Secretaría de Marina llevaron a cabo la incautación de una parte de la unidad ferroviaria de Ferrosur, perteneciente a Grupo México. Esta acción sorpresiva provocó una caída estrepitosa en las acciones de la compañía. La porción del ferrocarril de Ferrosur ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz, en el istmo, fue considerada “de utilidad pública”. Y fue transferida a una entidad gubernamental llamada Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec. Según lo publicado en el Diario Oficial de la Federación, esta entidad será operada por la Armada. Como consecuencia de estas acciones, la Bolsa Mexicana de Valores experimentó una fuerte caída del 1.75% al cierre de las operaciones, ubicándose en 54,296 unidades. Los analistas expresaron que la ocupación temporal de los tres tramos ferroviarios de Grupo México por parte del Gobierno federal representa un golpe a la confianza en la inversión. Asimismo, recordó que Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México y líder de Grupo México, había anunciado su intención de adquirir Banamex. Sin embargo, consideró que “lo ocurrido hoy con Grupo México podría poner en riesgo esta transacción”, valuada en aproximadamente 7 mil millones de dólares.
Por supuesto que entiendo el temor que podría causar una expropiación como esta. Lo hemos visto con otros regímenes dictatoriales. Sin embargo, la expropiación del tramo ferroviario para desarrollar el Corredor Interoceánico no es un ejemplo de ello. Por el contrario, todo indica que es un ejemplo de una expropiación benéfica para la sociedad. El Corredor interoceánico es quizá la obra integral de desarrollo económico del sureste más importante en décadas. La intención es detonar la capacidad productiva de la región con mejor infraestructura, capacidad logística, energética e incentivos fiscales. Este proyecto beneficiará a la región más pobre de México. Por su parte, la empresa expropiada, Ferrosur, recibirá una indemnización a precio de mercado. Y siendo honestos, no creo que Germán Larrea termine viviendo en la calle.
PD: El presidente Peña Nieto expropió 8 mil metros cuadrados de terrenos para construir el Libramiento Ferroviario a Santa Fe. Vicente Fox expropió 27 de los 36 ingenios azucareros de México. Sin embargo, yo no recuerdo a la oposición gritar como desquiciados que nos estábamos convirtiendo en Venezuela. Qué cosas.
@CallodeHacha
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