“Era mi vida o la de él”, le dijo la jóven indígena mixteca de 23 años a un periódico hace un par de días. Desde los 14, Roxana Ruiz ha vivido inmersa en una espiral de violencia que no ha parado.
Roxana ha tenido a todo el país en suspenso. La joven que asesinó a su violador en defensa propia ha sido cruelmente acosada por el estado. Y encima de haber sido violada, el sistema de “justicia” la condenó a 6 años de cárcel y a pagar $285,000 a la familia del violador. Ese es el precio que pagan las mujeres por no dejarse violar. Bienvenidos a México.
“Era mi vida o la de él”, le dijo la jóven indígena mixteca de 23 años a un periódico hace un par de días. Desde los 14, Roxana Ruiz ha vivido inmersa en una espiral de violencia que no ha parado. Una realidad que atraviesan millones de mujeres en el país. Cuando era una adolescente conoció al padre de su hijo. Un tipo que la golpeaba, le quitaba lo poco que ganaba y que la aisló de su familia. Pero el momento que cambiaría su vida sucedió en 2021, ella había salido a la calle con su carrito a vender comida. Unas mujeres que trabajaban frente a ella le invitaron a tomar unas cervezas: “Tomé una y me fui”. En ese momento, un hombre al que conocía de vista, Sinaí Cruz, se le acercó y se ofreció a acompañarla a casa: “Insistió en que lo dejara pasar y quedarse a dormir porque vivía muy lejos”, cuenta Ruiz. “Por miedo, accedí a que entrara”. Cuando estaba dormida el hombre la violó: “Desperté y este tipo estaba encima de mí con los pantalones y el bóxer hacia abajo. Y yo, pues lo único que hice fue quitármelo de encima, defenderme y salir viva”. Ruiz añade que forcejearon y que él la amenazó: “Si no te dejas, te mato”. En un momento en el que el agresor se distrajo, Ruiz tomó una playera y lo asfixió: “Nos caímos y él se pegó en la cabeza”, cuenta. Sinaí Cruz murió aquella noche y Ruiz fue detenida por la policía de Nezahualcóyotl con el cadáver en una bolsa. Horas después Roxana confesó el crimen: “Les expliqué que yo me defendí cuando esa persona estaba abusando de mí, pero no lo tomaron en cuenta en mi declaración”.
Dos años después, la jueza Mónica Osorio Palomino, del Estado de México, le impuso la pena máxima debido a que Roxana aplicó un “uso excesivo de la legítima defensa”. Según la magistrada, “un leve golpe en la cabeza” hubiera sido suficiente para detener al violador. Ojalá ni Mónica Osorio, ni ninguna de sus hijas tengan que poner a prueba su teoría.
Por suerte, la sociedad no fue indiferente al caso. Durante semanas las redes se llenaron de protestas que lograron ejercer una presión tal que fue difícil ignorar. Incluso, el mismo AMLO dijo en una conferencia mañanera que apoyaba a la joven Roxana y se pronunció a favor de concederle el indulto a la mujer si la sentencia era firme. Ahora, la Fiscalía reconoció que Ruiz actuó para defender su vida y que su conducta estaba “exenta de responsabilidad penal porque actuó en legítima defensa”. Roxana, quien había sido encarcelada durante 9 meses, ha librado las acusaciones en su contra. Debido a una fuerte presión mediática, la Fiscalía del Edomex ha revisado nuevamente el caso y ¿qué cree? Tras varios días de preocupación, han decidido desistir de la acción penal contra ella.
¿Cuántas Roxanas más viven en este país? No me respondan, es para ustedes.
@CallodeHacha
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