En medio de todo el ruido que se ha generado por la actitud de la bancada de cierto partido para impedir el nombramiento de un nuevo comisionado del INAI, además de la manera en que aprueban iniciativas que llevan errores que no detectaron por no leerlas, pasó un tanto desapercibida la aprobación de la ley 3 de 3.
En resumen, con esta normatividad ninguna persona deudora de pensión alimenticia, agresor sexual o violentador podrá tener acceso a un cargo de elección o a un puesto público, pues se trata de un ordenamiento que busca evitar que este tipo de gente llegue a acumular poder y tener impunidad.
Pero también es importante porque es parte del cumplimiento de una agenda que apoya el hecho de evitar que las mujeres sean víctimas tanto de agresiones, como de limitaciones para competir en igualdad de circunstancias en todos los ámbitos.
Porque también esta nueva ley va en paralelo con las que condenan de manera más severa a quienes agreden a sus parejas con ácido, por citar un ejemplo, o los matrimonios infantiles, aunque algunos sigan defendiéndolos bajo el pretexto de que son usos y costumbres que hay que respetar, a pesar de que violen derechos de las niñas.
Se trata de un paso adelante para cerrar una brecha que durante décadas se mantuvo abierta, por lo que es de celebrar que se haya aprobado, a pesar de las circunstancias, y que haya contado también con la participación de legisladoras de todos los partidos, lo que demuestra que a pesar del discurso de que no se puede dialogar con los adversarios políticos, éstos son necesarios para lograr avances como el que comentamos.
Ahora falta que este tipo de normativas se socialicen entre una ciudadanía que sigue arrastrando enseñanzas e ideas que fueron, precisamente, las que provocaran que se tuviera que legislar en esta dirección, pues estamos en un país que agrede a sus mujeres constantemente y es algo que debe cambiar urgentemente.Comparta con nosotros su opinión en [email protected]
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