La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana. Este dicho popular se cumple cabalmente en el Estado de México después de las elecciones del pasado 4 de junio, en las cuales la candidata de Morena Delfina Gómez, ganó la gobernatura.
En un lado de la moneda, personajes mexiquenses y de otras partes del país presumían su cercanía con la ganadora con sefies o recuperaban fotos del pasado, que subieron a sus redes sociales como inequívoca señal de cercanía; piensan les servirá para abrir puertas o incluso para conseguir algún encargo, porque en Morena no hay cargos, en la nueva administración que inicia el 15 de septiembre.
En el otro lado de la moneda, está el reparto de culpas: elección de Estado, reclamos a la ciudadanía por no votar masivamente en contra de AMLO, compra de votos, traicion de Alfredo del Mazo. La culpa es de todos menos de las dirigencias del PRI, PAN o PRD. Ni una sola frase de autocrítica, ninguna reflexión de su conducción al frente de estos tres partidos políticos, autoengaño puro y autocomplacencia.
Por cierto, Alfredo del Mazo lo acusan de alta traición, y de haber entregado el Estado, de buscar un puente de plata hacia alguna embajada. No se supone que los gobernadores deben hacer precisamente lo que Alfredo del Mazo hizo; es decir, no meterse en los procesos electorales.
Terminaron las especulaciones. Las teorías de la conspiración quedaron atrás, es el momento de revisar los fríos números. Repasemos algunos de los mitos que se construyeron en torno a este proceso electoral, preámbulo de la sucesión presidencial del siguiente año.
Primer mito: En el Estado de México el PRI es invencible. Falso. Delfina Gómez ganó por la combinación de varios factores en los que destacan cuatro: el apoyo de AMLO a Delfina Gómez; el adelantamiento de los tiempos electorales, prácticamente la campaña de Delfina arrancó en 2021; la constancia de la candidata y la unidad de la Coalición Juntos Hacemos Historia.
Segundo mito: Delfina arrasó en el Edomex. Falso. La diferencia final fue de menos de 10 puntos porcentuales. Medio millón de votos, que para algunos estados es mucho; pero para el Estado de México es sólo una porción. Las encuestas fallaron. Alejandra del Moral obtuvo en números redondos dos millones setecientos mil votos. Lo que falló fue el voto masivo en el llamado corredor azul del PAN. Del Moral ganó en esa zona, pero tenía que arrasar. El PRD perdió el registro. Mientras que en el Oriente del Estado el voto duro de Morena cumplió.
Tercer mito: la sociedad se entusiasmo por las candidatas mujeres. Falso. La participación ciudadana apenas rebasó el 50% de la lista nominal. No hubo una participación masiva de mujeres a favor de una u otra candidata; fue una elección de partidos políticos y estructuras corporativas.
Cuarto mito. Sólo basta ser candidato de Morena para ganar una elección. Falso. Delfina Gómez no sólo contó con el apoyo del Presidente; mantuvo la unidad de los otros aspirantes Higinio Martínez, Horacio Duarte y Víctor Hugo de la Rosa, a los cuales incorporó a su equipo en diferentes niveles de responsabilidad.
Quinto mito. Basta ser candidato de Morena para ganar una elección. Falso. Este mito cayó en Coahuila. Hasta antes de este proceso electoral, AMLO ponía los votos, Morena los cuidaba y el candidato procuraba no meter la pata. El candidato sí cuenta.
Sexto mito. Ganar el Estado de México significa ganar la presidencia de la República. Falso. Si bien el efecto del Edomex puede extenderse a las entidades cercanas como la Ciudad de México, Morelos, Tlaxcala y Puebla o bien generar un efecto dominó en todo el país, esto es sólo una posibilidad. Del plato a la boca se cae la sopa. La coalición juntos hacemos historia tiene frente así el mayor reto que consiste en refrendar la confianza de la mayoría de la población.
Marcelo Ebrard endureció la pierna y anunció que el próximo lunes dejará la Secretaría de Relaciones Exteriores, para dedicarse de lleno a recorrer el país y ganar la encuesta de Morena para candidato a la Presidencia de la República. Adán Augusto López Hernández, como Kalimán, pidió serenidad y paciencia. Mario Delgado convocó al Consejo Nacional de su partido para el domingo 11 de agosto, donde definirán la ruta del proceso. Ricardo Monreal dijo: “respetamos su estrategia”.
La renuncia de Ebrad tiene el propósito de incidir en la ruta de elección del candidato de Morena. El motivo es doble, por una parte disponer de más tiempo para poder recorrer el país, acortar la distancia con Claudia Sheinbaum y aumentarla con Adán Augusto López; por la otra, presionar a las demás corcholatas para que dejen sus cargos. ¿Le funcionará? Pronto lo sabremos.
El domingo 11 de junio, el Consejo nacional de morena se reúne la ciudad de México para definir la ruta. Un nuevo apretón de tuercas que adelantará los tiempos un poco más. Las corcholatas presidenciales tendrán que pedir licencia o renunciar a sus cargos para desplegarse en todo el territorio nacional. Deben entender lo que quiere López Obrador: ganar en la interna de Morena la elección presidencial y asegurar dos tercios de las cámaras del Congreso de la Unión. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
@onelortiz
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