En la reunión-cena que el pasado lunes celebró AMLO, en total secrecía respecto al tema a tratar, que como ya sabemos tuvo que ver con el proceso electoral del próximo año 2024, acudieron las principales corcholatas del presidente; Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Adán Augusto. En la reunión se delineo lo que será el método para la selección del candidato presidencial.
Como buen jugador de ajedrez político, el Presidente López Obrador comenzó a acomodar sus piezas para evitar en primer lugar una división al interior de su partido y en segundo asegurar la continuación de su proyecto político. Su planteamiento confirma que la posición que tiene el tabasqueño nos es producto de las circunstancias o de la suerte, sino de un talento singular en el manejo político.
Hasta el momento se sabe por lo dicho en la reunión, que habrá una sola encuesta, pero esto se definirá en el Consejo Nacional de Morena, que se llevará a cabo el próximo domingo 11 de junio. El ganador de la encuesta será el candidato presidencial, el segundo lugar será el coordinador de los senadores a partir de 2024, el tercero se irá a la cámara de diputados a coordinar a la bancada de Morena y el cuarto formará parte del gabinete del próximo gobierno.
Con esta estrategia lo que busca el presidente es que la sucesión no se traduzca en la entrega de estafeta a una sola persona, sino a un grupo que él mismo coloque en puntos estratégicos para dar continuidad las obras y proyectos de la 4T. Es decir no habrá un solo ganador que tenga control absoluto y coloque a sus incondicionales a su antojo.
Y es que al propio presidente se le complicó el trabajo para controlar el proceso de sucesión, al abrirlo con tanta anticipación a los tiempos acostumbrados y dar nombres de sus posibles sucesores, con el propósito de no caer en los usos y costumbres del pasado cuando se hablaba del tapado, por lo que destapó en primera instancia a tres corcholatas manifestando su predilección por Claudia Sheinbaum, sin dejar de reconocer que los otros dos, Marcelo Ebrard y Adán Augusto, son como sus hermanos. Más adelante por su posición de poder innegable, se agregó al grupo de los tres a Ricardo Monreal.
La postura de Marcelo Ebrard, quien tuvo el arrojo de adelantarse a los acuerdos tomados en la cena referida, ahora podemos considerar que pesó bastante en el ánimo presidencial pues el presidente hizo suya la idea de que los aspirantes deben renunciar a sus respectivos cargos para que de manera abierta ante la sociedad, expresen su deseo de llegar al máximo peldaño del poder en México y den a conocer sus propuestas para que los mexicanos vean y comparen la preparación, experiencia y actitudes de los cuatro aspirantes, que les permita enfrentar una responsabilidad de tal magnitud.
Marcelo Ebrard es el primero que decide renunciar a su cargo a partir del lunes 12 de este mes para iniciar su campaña y este hecho marca un precedente que seguramente lo favorecerá en los porcentajes de aceptación que las encuestas han publicado para acercarse a los números de la puntera, la doctora Sheinbaum. Al mismo tiempo durante los trabajos de la reunión del Consejo Nacional de Morena el próximo domingo, Marcelo confirmará su demanda de realizar varias encuestas independientes a Morena para elegir al candidato, a fin de que los resultados sean inobjetables y cien por ciento confiables.
Es de todos conocido que las encuestas pueden ser manipuladas, de acuerdo a quien las paga y promueve. Esto fue más que evidente en las recientes elecciones del Estado de México, donde las encuestas traían a la maestra Delfina más de 20 puntos arriba de Alejandra del Moral y de esta forma se corrió la voz de que la elección estaba más que segura a favor de Morena para influir en el ánimo de los electores. Y oh sorpresa, la maestra Delfina ganó sólo con 8 puntos arriba de Del Moral, lo que pone en evidencia la poca confiabilidad de los datos difundidos por las encuestas.
Es más, si se consideran los números de las elecciones en los dos estados, Coahuila y Estado de México, incluyendo las alianzas de cada grupo, Morena obtuvo sumando los dos estados, 3 millones 548 mil votos, contra 3 millones 494 mil votos de la alianza PRI; PAN y PRD. La ventaja para Morena fue de sólo 1.5 puntos porcentuales. Queda demostrado que las encuestas casi siempre salen debiendo, de ahí que Marcelo y seguidores presionan para que el sistema que se adopte sea verdaderamente verificable.
Estos hechos nos llevan a considerar que las elecciones del 2024, gracias a las alianzas, pueden dar sorpresas, nada está escrito y si la oposición juega con inteligencia en el proceso, podría resultar un factor decisivo en el resultado final. Marcelo lo sabe y por ello está siendo el puntero al atreverse a iniciar la competencia, tanto dentro de Morena como a nivel del país entero.
@fer_martinezg
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