Hacia el exterior, Prigozhin balconeó cómo se las gasta el beligerante gobernante ruso, pero localmente lo fortaleció. Generó mayor cohesión en su entorno. Así le pasa a Marcelo con López Obrador.
“Los capitanes mercenarios, o son hombres excelentes o no: si lo son, no puedes confiar en ellos porque siempre aspirarán a la grandeza propia, ya sea oprimiéndote a ti, que eres su patrón u oprimiendo a otros fuera de tu intención…”
El Príncipe
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se refirió al jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, como un “hombre talentoso que cometió errores”. Quien fuera el cocinero de la casa de gobierno del mandatario ruso y se convirtiera en el mayor o, al menos, más conocido contratista mercenario de Putin, se rebeló o hizo amagos de rebelión y falleció en circunstancias que podrían formar parte de un guión gastado de series y películas de espionaje e intriga internacional.
Hacia el exterior, Prigozhin balconeó cómo se las gasta el beligerante gobernante ruso, pero localmente lo fortaleció. Generó mayor cohesión en su entorno. Así le pasa a Marcelo con López Obrador.
Nadie duda del talento de Ebrard, lo que sorprende son los errores que comete. No es un mercenario de la política del calado del “niño verde” Jorge Emilio González, de su coronel Manuel Velasco o de sus lugartenientes Arturo Escobar, Jesús Sesma y Carlos Puente, pero no tuvo rubor en ser diputado de ese partido. Cuando el PRD le negó la candidatura a una diputación federal por presiones del gobierno peñista, tampoco tuvo rubor en ser candidato de Dante Delgado, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le quitó la candidatura.
Nadie duda del talento de Marcelo Ebrard, lo que sorprende es que se ofusca. Por su orgullo, su narcisismo y la desesperación de no repuntar en las preferencias para poder ser presidente de México comete errores, como lo ha demostrado, día a día, en esta no campaña para cotizar en las extrañas encuestas que, eventualmente, señalarán a quien encabezará la siguiente fase del proyecto lopezobradorista.
Marcelo, como él mismo lo cuenta, conoció a López Obrador mientras se manifestaba en el Zócalo capitalino cuando él era el director general de gobierno del regente salinista Manuel Camacho. En ese entonces, su interlocutor fue el paisano del tabasqueño, Carlos Salomón Cámara, quien fungía como Delegado en Coyoacán, y ya demostraba su madera como mediador y tejedor de relaciones políticas. A partir de ahí, Marcelo ha acompañado a Andrés Manuel López Obrador en diferentes momentos y espacios de lucha. Han sido camaradas, pero no son amigos.
Marcelo no ha hecho suyo el ideario de López Obrador. Teniendo el bagaje teórico, la formación académica y la experiencia política, no ha elaborado argumentos para defender la llamada cuarta transformación. Ahora solo atina a decir que hay que subirla al siguiente nivel” cualquier cosa que ello signifique.
Nadie duda del talento de Marcelo, pero se equivoca al amagar a Claudia, al burlarse de su excolaborador Mario Delgado, al acusar a la Secretaria de Bienestar de desviar recursos públicos con motivos electorales, porque de quien se burla, a quien amaga y acusa es al propio presidente de México.
Marcelo se equivoca también por conspirar con Elba Esther Gordillo, Francisco Hernández Juárez, Fernando Espino y el propio Dante Delgado. ¿es en serio? ¿De verdad piensa que ello le ayuda a quedar bien con los encuestables y con el encuestador?
Por su parte, Dante también es un hombre talentoso. Alguien que fue encarcelado por Ernesto Zedillo acusado de corrupción y que, tras ser absuelto, ha construido un espacio político que podría convertirse en el espacio de representación abandonado por el PRD y que Morena decidió no ocupar, comete errores muy serios.
Los errores de Dante tienen un origen capital: soberbia, narcisismo (oh, los mismo que Marcelo). ¿Por qué surgen las fricciones con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro? No es por Xóchitl Gálvez, sino por la incapacidad, de ambos, de dialogar para consensuar el sucesor al gobierno de la entidad. Delgado quiere los votos que podría darle el alcalde Pablo Lemus y no respalda a quien fuera dirigente nacional de Movimiento Ciudadano y gallo de Alfaro, Clemente Castañeda. Su deseo es ganar Jalisco y sacar a Alfaro y sus leales del Consejo de Administración de Movimiento Ciudadano.
Nadie duda que Dante es talentoso y no sorprende su pragmatismo y falta de escrúpulos, pero sí que pase de fichar galácticos, como Florentino Pérez para el Real Madrid, a recoger cascajo con el riesgo de que se le abra un socavón.
Marcelo y Dante, hombres talentosos que comenten errores…que pueden ser fatales.
Un libro, una serie, un podcast:
Libro: Miles. La autobiografía (Alba) Miles Davis. Quincy Troupe. El genio del jazz Miles Davis se desnuda al hablar con crudeza de su vida, de la música y de músicos como Charlie Parker, Dizzie Gillespie o Charles Mungus.
Serie: Fisk (Netflix) Comedia australiana sobre una abogada especializada en testamentos que enfrenta situaciones extrañas, con humor cáustico, casi británico.
Podcast: Hiperfoco.wtf (Próximo lanzamiento). Espacio que oscila entre el documental sobre música y un programa radiofónico de alta calidad, todo en un podcast creado por la productora y conductora de Música para desmañanados de Radio Ibero, Elisa Schmelkes. Se puede apoyar en patreon.com
@KoldoHerria
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