Los viejitos de Washington toman sus precauciones, Biden se coloca la mascarilla en interiores pues su esposa Jill tiene Covid, Mitch McConnel recibió “palomita” de su médico quien le dijo que está muy bien y que puede regresar a trabajar, noticia que despertó más preocupación en los republicanos que tranquilidad, pues siguen las presiones para que se haga a un lado, le dicen que un liderazgo no debe cambiar de manos de manera precipitada peeero que el reloj suena fuerte su tic tac.
Este martes el doctor Brian Monahan quien aparentemente atiende a Mitch McConnell le dijo en una carta bien clarito que “no hay evidencia” de que sufra de trastorno convulsivo o que haya sufrido un derrame cerebral durante el incidente del pasado 30 de agosto cuando el senador pareció “congelarse”.
De acuerdo a Breitbart, el médico le practicó varias evaluaciones médicas: “imágenes de resonancia magnética cerebral, estudio de EEG y consultas con varios neurólogos para una evaluación integral de neurología”.
Con base a estos exámenes, el médico determina que tampoco hay trastorno del movimiento como lo es la enfermedad de Parkinson.
Monahan autorizó, desde el punto de vista médico, a McConnell para que regrese a su trabajo con calma.
El parte médico se da a conocer en medio de especulaciones y muchas presiones para que el presidente de la minoría en el Senado se haga a un lado y de paso a cuadros políticos más “jóvenes”, o al menos con menos broncas de salud.
El gobernador de New Hampshire, el republicano Chris Sununu dijo que la edad “está jugando un papel en Washington en este momento, y no de manera positiva, desafortunadamente”.
Y es que además de McConnell, está la senadora Diane Feinstein de California que también ya está demasiado mal y en silla de ruedas, el presidente Biden con sus accidentes y tropiezos, y Trump a quien la edad tampoco perdona.
National Review insiste en que McConnel debe renunciar, dice que una transición de liderazgo no debe darse con urgencia, solo que “las ruedas del tiempo están girando”.
Por cierto, el presidente Biden está tomando precauciones y decidió colocarse la mascarilla en espacios ¡interiores!!!
Esto después de que el pasado lunes su esposa Jill diera positivo al coronavirus por segunda vez, pese a estar vacunada dos veces.
Y por aquello de las “moscas” el mandatario es sometido a pruebas con frecuencia, el lunes por la noche le hicieron una prueba, y ayer martes otra, en ambas ha salido negativo.
La jefa de prensa Karine Jean-Pierre dijo que el mandatario no presenta ningún síntoma, pero que portará la máscarilla en interiores y se la quitará solo cuando esté lo suficientemente lejos de los demás, tanto en interiores como en exteriores.
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