El ”Carnal” Marcelo sabía desde hace varios años que el líder de masas e ídolo de multitudes daría el “dedazo” en favor de Claudia; sabía también que el hoy presidente no iba a cumplir las promesas que le pudo haber hecho…
A pesar de que el presidente de la República, Mario Delgado y todos aquellos militantes de Morena que participaron en el espectáculo de la “resurrección del dedazo” presidencial en favor de Claudia Sheinbaum, responden a la amenaza de Marcelo Ebrard de abandonar Morena entonando la canción de José Alfredo Jiménez, que dice:
Y es que estás que te vas, y te vas, y te vas… y no te has ido…, el “Carnal” no quiere agarrar sus chivas y largarse a formar su propio partido para competir en la elección del 2024, hasta que aquellos reconozcan que hubo chanchullos en el proceso y le pidan perdón, lo cual nunca va a ocurrir.
El ”Carnal” Marcelo sabía desde hace varios años que el líder de masas e ídolo de multitudes daría el “dedazo” en favor de Claudia; sabía también que el hoy presidente no iba a cumplir las promesas que le pudo haber hecho cuando fue candidato a la Presidencia en el 2006, 2012 y 2018, de que “se sacrificara”, y el día que ocupara la silla presidencial se la iba a heredar.
Y si no sabía o no creía que le fueran a “hacer de chivo los tamales”, pues que ingenuo, ingenuo, tirando a…, señalan los observadores políticos.
Las amenazas que hoy está profiriendo Ebrard, contra aquellos, debió haberlas hecho mucho antes de que el presidente destapara a sus “corcholatas”, porque hasta los analistas políticos bisoños sabían en ese entonces las intenciones del líder de masas e ídolo de multitudes de designar a su sucesora.
No bastaba pedir “piso parejo”, sugerirle al Jefe que solicitara a Claudia, Adán Augusto y Ricardo renunciar a sus cargos para competir por la candidatura, ni tampoco quejarse por la “guerra sucia” de la señora Sheinbaum, los piquetes de ojos, el uso de recursos de los programas sociales para promover a la “señito Claus”.
Se necesitaba mucho más, empezando por un par de cositas: Declarar en su momento que no estaba dispuesto a participar en la farsa, y renunciar a Morena para formar su propio partido. ¡Entonces sí, hubiera puesto a temblar a todos!
Apuntan los observadores.
Hoy las amenazas de Marcelo no asustan a nadie, mucho menos al líder quien seguirá siendo el dueño del movimiento y tendrá la última palabra en todas les decisiones que tome su “chiquilla” antes, durante y después de la elección del 24.
¡No se hagan bolas! La entrega del bastón de mando fue un bonito espectáculo, lleno de colorido, donde lucieron las porras, las matracas, las serpentinas.
Ebrard no debería olvidar que el sistema presidencialista de México posee y emplea, cuando lo considera necesario, el poder formal y el informal que no ha conocido límites en muchas ocasiones a lo largo de nuestra historia.
Sí hay que decir, sin embargo, que en las guerras políticas -y la sucesión presidencial es la mayor de ellas- no existen reglas… y si existieran, sería difícil, si no es que imposible, que alguien las respetara a cabalidad. Así que, Marcelo, no te hagas la víctima.
@LuisSotoAgenda
No olvides mantenerte informado en El Independiente MX