El video me recordó a la vez que Ricardo Anaya contrató a un equipo de grabación para que lo documentara levantándose muy temprano, viajando en combi y subiéndose al metro para “llegar a su trabajo”.
El momento fue sumamente penoso. Xóchitl Gálvez aparece sentada frente a las cámaras que documentan sus aventuras como si se tratara de un reality show.
A su lado se encuentra la familia Reyes Rivera, que supuestamente la habían acogido, luego de la petición lanzada por Morena para demoler la casa de la panista. Gálvez comienza a agradecerles por haberle abierto las puertas de su hogar cuando de repente nos damos cuenta de que el anfitrión, quien supuestamente la había invitado a pasar la noche, no sabía ni cómo se llamaba.
El video me recordó a la vez que Ricardo Anaya contrató a un equipo de grabación para que lo documentara levantándose muy temprano, viajando en combi y subiéndose al metro para “llegar a su trabajo”.
Básicamente, haciendo lo que cualquier mexicano hace todos los días de su vida.
La intención del excandidato presidencial, quien ahora vive en Estados Unidos, era mostrarse cercano a la gente, pero este performance terminó generando más burlas y memes que comentarios positivos.
Por ahí leí que la agencia que ideó esta estrategia cobró 29 millones de pesos por los dos meses de campaña del panista en 2018. No puedo evitar preguntarme cuánto le estarán cobrando a Xóchitl Gálvez por las mismas babosadas.
El miércoles pasado, la virtual candidata del Frente Amplio por México, negó que se hubiera cometido algún ilícito en la casa que habita en la alcaldía Miguel Hidalgo, misma que gobernó de 2015 a 2018, y acusó a su rival morenista de querer demoler su hogar: “¿De verdad estás de acuerdo con que demuelan mi casa y las de mis vecinos?… ¿Crees que en verdad esto te suma, que se vale hacerlo?”, cuestionó Gálvez a Sheinbaum.
Desde entonces anunció un recorrido por todo el país en el que aseguró que millones de mexicanos le abrirían las puertas de la suya, y de refilón acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de querer imponerse a como dé lugar en lo que llamó “una elección de Estado”. Según Morena, Xóchitl incurrió en varias irregularidades.
La primera, un “posible conflicto de interés” pues esa construcción está en un predio al que, en 2017 cuando la panista era delegada de Miguel Hidalgo, su administración “entregó a los desarrolladores la manifestación de construcción”.
Ella niega que exista tal conflicto y asegura que su casa está en la legalidad y retó al gobierno a demolerla.
Mientras son peras o manzanas, parece que el “fenómeno Xóchitl” se está apagando. La última encuesta presidencial publicada la semana pasada en el periódico El País muestra que, de los candidatos, Xóchitl es la que tiene menos opiniones positivas (36%) y más negativas 32%, contra Claudia Sheinbaum (63-10%), Marcelo Ebrard (47-16%), Samuel García (48-21%) e inclusive Eduardo Verástegui (36-29%).
Por el otro lado, el gobernador de Nuevo León aparece tan solo 9 puntos por debajo de la prianista, y eso es sin haber iniciado formalmente su campaña, ya que aún no cuenta con la aprobación necesaria del congreso neoleonés para solicitar licencia de su cargo.
Al parecer, al reality presidencial producido por Claudio X. González y financiado por el PRIAN no le falta su dosis semanal de payasadas y groserías. Pero a diferencia de La Casa de los Famosos, el rating de El Show de Xóchitl va en picada.
@CallodeHacha
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